Cualquier paciente con un IMC superior a 25 que tenga asociados factores de riesgo como presión arterial alta, estilo de vida sedentario, antecedentes de diabetes durante el embarazo, niveles altos de colesterol, antecedentes de enfermedad cardiaca o componentes hereditarios, será sometido a alguna prueba para descartar una diabetes mellitus.
En la actualidad, no existe ningún estudio que demuestre los beneficios de una estrategia para el diagnóstico precoz de la diabetes en individuos asintomáticos, pero hay trabajos que han demostrado que se puede reducir la incidencia de diabetes en pacientes de riesgo mediante modificaciones del estilo de vida. Por eso, se recomienda la búsqueda de casos en personas de alto riesgo mediante cribado oportunista en la consulta
Los criterios de cribado de la ADA 2017 se fijan en la determinación de glucemia plasmática en ayunas cada tres años en mayores de 45 años; anualmente y a cualquier edad, en la población de riesgo de diabetes, en personas con IMC>25Kg/m2 y al menos uno de factores como antecedentes familiares de diabetes en primer grado, antecedentes familiares de diabetes gestacional, diagnóstico previo, etnias de riesgo, sedentarismo, antecedentes personales de enfermedad cardiovascular, odislipemia ligada a HDL>35 mg/dl y/o triglicéridos >250 mg/dl, además de hipertensión arterial y síndrome de ovario poliquístico o acantosis nigricans.
Con el cribado poblacional no se ha mostrado una reducción significativa en la morbimortalidad, pero el control de los factores de riesgo cardiovascular ha mejorado mucho, incluyendo la media de la HbA1c. Asimismo, se ha reducido de forma significativa la prevalencia de complicaciones, sobre todo microvasculares, pero también macrovasculares.
Según explica el portal El Médico Interactivo, la prevención de la diabetes supone principalmente un cambio en el estilo de vida, que se basaría en el cambio a una alimentación saludable y en la práctica de ejercicio moderado a diario.
Es muy importante una detección temprana de la diabetes pues está demostrado que el cambio de estilo de vida puede impedir que la prediabetes se transforme en una diabetes.
Se ha demostrado que durante un periodo de 3-5 años, alrededor del 25 % de los individuos progresa a diabetes, el 25 % regresa a un estado normal de tolerancia a la glucosa y el 50 % permanece en estado prediabético. Por lo tanto, la progresión es evitable.
Para el paciente con prediabetes, poner en práctica un estilo de vida saludable puede ayudar en gran manera a disminuir el nivel de azúcar en sangre hasta alcanzar niveles normales o evitar que aumenten hasta ser considerados diabetes tipo 2. En cuanto a si es posible retroceder de un estado prediabético a valores normales de glucosa en sangre, sí es posible si se es estricto en los cambios de estilo de vida y llevando a cabo una dieta sana y saludable y evitando también el estrés.