Comer azúcar puede ser muy perjudicial para los diabéticos, por lo que su acceso a la mayoría de los dulces está bastante limitado. Para contradecir esta afirmación, el cocinero Pablo Iglesias protagonizó en la Casa de Cultura de Lugones el taller «Descubriendo la pastelería para diabéticos», organizado por la Asociación de Diabéticos del Principado de Asturias (Adipas).
Pablo Iglesias comenzó a estudiar pastelería en 1998 en su ciudad natal y posteriormente estuvo nueve años en Barcelona, donde consiguió dos títulos nacionales relacionados con el chocolate y la bollería. Fue justo cuando comenzó a estudiar pastelería cuando se le diagnosticó una diabetes y tuvo que conjugar una profesión íntimamente relacionada con el azúcar.
Cuenta el diario La Nueva España que como afectado, ha tenido la ocasión de experimentar con repostería sin azúcar, y el fruto de su experiencia se dio a conocer en Lugones. Allí trató sobre el cacao y sus derivados, enseñó algunos trucos relacionados con las coberturas y ofreció recetas de natillas, piezas de chocolate y mousse de chocolate, que tras su elaboración en vivo los asistentes al taller pudieron probar.
El profesor alentó a elaborar todo tipo de productos, pero con los pies en el suelo. "No soy partidario de hacer cualquier cosa; la elaboración sin azúcar tiene sus limitaciones", confesó. Por ejemplo, no entendía cómo se podía hacer, como él había comprobado, cabello de ángel sin azúcar, "cuando es un producto que es casi todo azúcar".
Otra complicación es conseguir los productos para elaborar los postres. Por ejemplo, el chocolate sin azúcar con el que realiza los postres sólo se puede comprar en grandes cantidades, que serían excesivas para una sola familia. A pesar de todo, todos los niños sin excepción se relamieron con los productos y ahora tienen un nuevo aliciente para lidiar con su enfermedad.