Autorizan la prueba de una vacuna que podría curar la diabetes de forma definitiva

La FDA norteamericana ha anunciado que se ha autorizado una prueba de fase intermediario para la vacuna denominada Calmette-Guerin (BCG), que tiene como objetivo, actuar contra la diabetes e incluso curar la enfermedad de manera definitiva.

Las pruebas se llevarán a cabo en más de 150 adultos que están en la etapa avanzada de la enfermedad, para saber de que manera actúa la medicación en el organismo de los pacientes a largo plazo.

El anuncio de esta prueba fue realizado por la Dra. Denise Faustman, directora e investigadora principal del Laboratorio de Inmunología del hospital General de Massachusetts, durante la 75º Sesión Científica de la Asociación Americana de Diabetes.

De acuerdo con lo explicado por Denise en una entrevista publicada en Reuters Health, los efectos de la vacuna son los de aumentar temporalmente los niveles de necrosis tumoral TNF, del organismo del paciente. Esta sustancia, que tiene como objetivo eliminar las células T, son la causa de la diabetes de estos pacientes.

Estas células son muy perjudiciales para los diabéticos, en especial para los que son del tipo 1. Una prueba preliminar realizada por un grupo de investigación de Faustman, descubrió que la vacuna BCG administrada en pacientes con intervalos de cuatro semanas entre cada dosis, puede eliminar poco a poco las células T del organismo de los diabéticos.

Además, los pacientes evaluados, mostraron algunas evidencias de retorno temporal de la secreción de insulina en su organismo, otro factor positivo que puede indicar una posible cura en el futuro.

Como prueba oficial, el médico decidió inscribir pacientes con edades comprendidas entre 18 y 60 años para un estudio que va a empezar a ser realizado en breve y que debe durar cinco años. Estos pacientes son diabéticos en etapas bajas, pero tienen una cierta detección de la secreción de insulina por el páncreas.

Durante las pruebas, los pacientes van a recibir dos inyecciones de BCG o placebo, a la vez, con cuatro semanas de intervalo entre las dosis y, a continuación, van a recibir las mismas vacunas anuales durante cuatro años. Si todo va bien y las pruebas se realizan con éxitos, posteriormente, se realizará otro estudio más grande y con más pacientes, todo ello para garantizar la eficacia y la seguridad de la vacuna antes de su comercialización definitiva. 

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