Una flora intestinal saludable, clave para prevenir y tratar la diabetes

Las dietas ricas en fibra pueden ayudar a tratar la diabetes tipo 2 gracias a los microbios del intestino, según un grupo de científicos que ha identificado un «colectivo» de bacterias intestinales que ayudaron a aliviar los síntomas de la diabetes mellitus tipo 2 en pacientes con una dieta rica en fibra.

Los investigadores de Universidad de Rutgers-New Brunswick (EE.UU.) sostienen que ayudar a la proliferación de este exclusivo grupo microbiano a través de una nutrición personalizada podría servir como un novedoso enfoque para mantener la beneficiosa relación entre el cuerpo y su microbioma en la diabetes tipo 2.

El estudio publicado en la revista Science, recoge la estela de algunos ensayos clínicos previos que habían sugerido que ingerir una dieta rica en fibra podía mejorar la evolución de la diabetes, pero las respuestas al tratamiento continúan siendo muy variables.

Los microbios del intestino desempeñan un conjunto de funciones protectoras frente a la ingestión de alimentos; por ejemplo, cientos de especies pueden metabolizar los carbohidratos, que son difíciles de digerir, para producir ácidos grasos de cadena corta (AGCC), los cuales proveen de energía a las células del colon, mitigan la inflamación y ayudan a regular la sensación de hambre.

«Nuestro estudio sienta las bases y abre la posibilidad de que las fibras dirigidas a este grupo de bacterias intestinales se conviertan en una parte importante de su dieta y su tratamiento», ha señalado Liping Zhao, autor principal del estudio y profesor del Departamento de la Universidad de Rutgers-New Brunswick.

Cuenta el diario ABC que en este estudio, Liping Zhao y sus colegas sugieren que un selecto grupo de microbios que producen AGCC es el responsable del impacto positivo que tienen las dietas ricas en fibra en los pacientes que sufren de diabetes tipo 2.

En dos grupos de individuos con esta enfermedad, los investigadores observaron que, a los 12 meses, el grupo que consumía una dieta rica en fibra (cereales, alimentos medicinales chinos tradicionales ricos en fibras dietéticas y prebióticos, que promueven el crecimiento de bacterias intestinales productoras de ácidos grasos de cadena corta) mostró un peso corporal y unos niveles de azúcar en sangre mucho menores que los del grupo de control, que recibía el tratamiento estándar.

Los investigadores secuenciaron los genes microbianos encontrados en las muestras fecales de los pacientes y descubrieron que la abundancia de ciertas especies de microbios por encima de otras —en contraposición con una diversidad microbiana general—parecía tener una estrecha correlación con los cambios relacionados con la salud de la microbiota intestinal.

Al tratar de probar esta hipótesis, los científicos identificaron 15 cepas productoras de AGCC cuyo crecimiento estaba específicamente estimulado por las fibras alimentarias.

Aunque pertenecientes a filos diferentes, dichas bacterias actuaron en conjunto aumentando la producción de AGCC y, como consecuencia, contribuyeron a la salud intestinal al superar a microbios que liberan compuestos que no permiten un metabolismo eficaz.

El estudio apoya el establecimiento de una microbiota intestinal saludable como un nuevo enfoque nutricional para prevenir y tratar la diabetes tipo 2.

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