La cirugía para adelgazar ayuda a prevenir la diabetes

Los pacientes obesos que se realizan una cirugía para adelgazar a menudo perciben que la diabetes mejora, pero aún se desconoce si la cirugía evita su aparición. Un estudio sugiere que la operación ayudaría a prevenir la diabetes, aunque los especialistas aseguran que los resultados aún no proporcionan una respuesta definitiva.

En la investigación, los pacientes obesos tratados con cirugía bariátrica fueron menos propensos a desarrollar diabetes tipo 2, versus los pacientes con las mismas características, pero sin operar.

El equipo de Martin Gulliford, del King's College de Londres, utilizó las historias clínicas electrónicas de la basede datos Datalink de Investigación de la Práctica Clínica de Reino Unido para comparar a 2.167 adultos obesos sin diabetes tratados con una cirugía para adelgazar con otros 2.167 adultosde la misma edad, IMC y control de la glucosa en sangre sin operar ni bajo otros tratamientos de la obesidad.

Las cirugías para adelgazar utilizadas incluían a la banda gástrica por vía laparoscópica, el bypass gástrico o la gastrectomía en manga, según publica el equipo en The Lancet Diabetes & Endocrinology.

El seguimiento duró unos tres años: 38 pacientes operados y 177 pacientes sin operar desarrollaron diabetes. Eso se traduceen un 80 % menos riesgo de desarrollar diabetes con la cirugía, aun tras considerar el tabaquismo, la hipertensión y elcolesterol elevado. "Este estudio, junto con otro previo de Suecia, demuestraque la cirugía para adelgazar en las personas con obesidadmórbida está asociada con una reducción significativa del riesgode desarrollar diabetes tipo 2", indicó Gulliford.

"El estudio suma evidencia de que la operación reduciría los efectos adversos de la obesidad grave". Pero en un comentario publicado sobre el estudio, el doctor Jacques Himpens advierte que, aunque los resultados nos acercana la confirmación de este efecto preventivo de la cirugía paraadelgazar en la diabetes tipo 2, "aún quedan muchas preguntassin respuesta y se necesita más evidencia para convencer a losendocrinólogos sobre la naturaleza de este efecto".

Himpens, del Hospital de la Universidad Saint Pierre, en Bruselas, Bélgica, asegura que las conclusiones tienen sentido, pero sospecha que los autores compararon dos grupos que, en realidad, no eran tan comparables. "Un grupo no utilizaba un tratamiento, sólo lo observabansin medicación ni cambios del estilo de vida, y lo compararoncon un grupo tratado con la estrategia más activa, la cirugía,de modo que considero que no es justo. Ambos grupos no soncomparables", precisó.

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