Un estudio llevado a cabo por un equipo internacional de investigadores, y publicado en la revista Diabetologia, ha encontrado que tener una compañera con sobrepeso podría aumentar el riesgo de desarrollar diabetes, especialmente en los hombres.
La directora del estudio, Jannie Nielsen en la Universidad de Emory en Atlanta, y sus colegas encontraron que los hombres tienen un 6 % más de probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2 con cada aumento de la unidad en el índice de masa corporal (IMC) de su esposa.
Los resultados fueron encontrados después de analizar los datos de salud de más de 7.000 personas en Inglaterra. Cuando los datos comenzaron a recopilarse, los voluntarios tenían una edad promedio de entre 59 y 60 años, y ninguno tenía diabetes. En los años siguientes, aquellos que tenían compañeros con sobrepeso tenían más probabilidades de desarrollar la enfermedad.
La explicación que ensaya Nielson es que tendemos a formar relaciones con personas de un tamaño y forma similares a nosotros, pero también adoptamos los hábitos de los demás con el tiempo. "Tendemos a casarnos con personas como nosotros". Esto significa que las personas que tienen parejas con sobrepeso probablemente también tengan sobrepeso, lo que a su vez ayuda a explicar el vínculo entre las parejas con sobrepeso y el riesgo de diabetes, según Victor Román.
Sin embargo, cuando el equipo tomó en cuenta el peso de cada persona, todavía había una asociación estadística en las parejas heterosexuales entre el IMC de una esposa y el riesgo de diabetes de su esposo.
Un hombre cuya pareja tiene un IMC de 30 es un 21 % más propenso a desarrollar diabetes tipo 2 que un hombre cuya pareja tiene un IMC de 25, encontraron los científicos. Este efecto no se ve tanto en mujeres con maridos con sobrepeso, lo que se debe probablemente a que las mujeres tienen un impacto desproporcionado en la dieta de una familia, ya que tienden a ser las que hacen más las compras y la cocina, explica Nielsen.
También es probable que las mujeres con sobrepeso coman alimentos poco saludables; y si su pareja también lo hace, podría aumentar su riesgo de diabetes más allá del efecto de su propia masa corporal. Por eso, al considerar a una persona que está en riesgo de diabetes, un médico también debe evaluar a su pareja. "Debemos dejar de considerar a las personas como individuos, y darnos cuenta de que el riesgo de diabetes está relacionado con quién nos relacionamos".