Las personas que toman estatinas para reducir el colesterol pueden correr un mayor riesgo de desarrollar niveles altos de azúcar en sangre, resistencia a la insulina y eventualmente diabetes, según detalla un nuevo estudio publicado en la revista British Journal of Clinical Pharmacology, que ha examinado la información de 9.535 personas mayores de 45 años que estaban libres de diabetes al inicio de un estudio holandés, que fueron seguidos durante 15 años.
En comparación con los participantes que nunca usaron estatinas, los que sí las consumieron tendían a tener concentraciones más altas de insulina. De esta manera, los participantes que alguna vez usaron estatinas tuvieron un riesgo un 38 % mayor de desarrollar diabetes tipo 2 durante el estudio.
Este riesgo fue más prominente en personas con un equilibrio de glucosa deteriorado y en aquellas con sobrepeso u obesos mórbidos.
“Los hallazgos sugieren que en los pacientes que inician el tratamiento con estatinas, se pueden justificar estrategias preventivas como el control del azúcar en la sangre y la pérdida de peso para minimizar el riesgo de diabetes”, ha explicado el autor principal de la investigación, Bruno Stricker, del Centro Médico Erasmus (Países Bajos).
Otros estudios, como uno realizado por investigadores de la Universidad de Queensland (Australia), también han observado que las mujeres mayores tienen un riesgo significativamente mayor de acabar desarrollando diabetes. En concreto, según sus resultados, estas tenían un 33 % más probabilidades de desarrollar diabetes si usaban estos fármacos, y el riesgo se elevaba a más del 50 % en aquellas que tomaban la dosis más alta.