8 de cada 10 adolescentes con obesidad, seguirán padeciéndola en la edad adulta

El 55 % de los niños con obesidad, la seguirán padeciendo durante su adolescencia; al tiempo que un 80 % de esos adolescentes con obesidad, la seguirán sufriendo durante su vida adulta, lo que reduce enormemente su esperanza de vida y afecta a su calidad de vida, a sus rutinas y a las de sus familiares.

 

El sedentarismo y el ritmo de vida actual han afectado negativamente al mantenimiento de los hábitos de vida saludables, y contribuye a ello a un incremento del sobrepeso y la obesidad, a día de hoy en España, registra una incidencia entre la población adulta del 38’5 % y del 14’5 %, respectivamente.

Aunque estos datos apunten a los adultos, lo cierto es que las cifras ya resultan alarmantes entre los menores de 18 años, a los que un 23,3 % afecta el sobrepeso; y la obesidad, a un 17,3 %.

Ante este panorama, y para prevenir el avance de la obesidad entre los niños y adolescentes en España, el Gobierno central ha presentado recientemente el Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil 2022-2030, con el que no solamente pretende reducir esta enfermedad en un 25 % entre los menores, sino también disminuir los costes en Sanidad destinados a las complicaciones derivadas de la obesidad.

De este modo, promover la actividad física y una alimentación saludable, el bienestar emocional y el descanso, son las prioridades del Ejecutivo.

Por otra parte, el binomio obesidad y menores trae consigo otra serie de complicaciones, como es el desarrollo patologías que se presentaban mayoritariamente hasta la fecha en adultos, como es la diabetes tipo 2, cuya incidencia en niños y adolescentes se ha multiplicado por 10 en los últimos 30 años.

Por este motivo, la Federación Española de Diabetes (FEDE), en la línea del Plan lanzado por el Gobierno, ha reclamado medidas educativas y formativas que contribuyan a la disminución de la incidencia de la obesidad entre los menores, fomentando hábitos de vida saludables y, por consecuencia, la reducción de debuts en diabetes tipo 2 en este colectivo.

En este sentido, Juan Francisco Perán, presidente de FEDE, ha recordado que “en la sociedad actual, existe un problema de sedentarismo y un problema de obesidad, y lo vemos desde edades cada vez más tempranas. Los niños sustituyen los juegos en la calle, con juegos en casa, y es muy importante que en edades tempranas tengan una cultura y empiecen a hacer actividades físicas desde el colegio”.

A través de unos hábitos saludables, una alimentación equilibrada y la práctica de ejercicio regularmente, la obesidad y sus complicaciones derivadas, como lo puede ser la diabetes tipo 2, pueden ser controladas.

Por eso es tan importante que Administración Pública, asociaciones de pacientes, sociedades científicas y centros educativos actúen de la mano para crear un ecosistema social que facilite la práctica deportiva y el cuidado de la alimentación entre los niños y los adolescentes.

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