Desayunar temprano ayuda a reducir el riesgo de padecer diabetes

Desayunar a partir de las 9 de la mañana aumenta en un 59 % el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, si lo comparamos con las personas que desayunan antes de las 8 de la mañana, según un estudio en el que ha participado el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), que siguió a más de 100.000 participantes de una cohorte francesa.

 

Los resultados de este estudio francés indicaron que se puede reducir el riesgo de diabetes no solo modificando la dieta que se ingiere, sino también la hora a la que se come.

En este sentido, la investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio, Anna Palomar-Cros, ha explicado que "el horario de las comidas desempeña un papel clave en regular los ritmos circadianos y el control de la glucosa y los lípidos, pero sabemos poco sobre la relación entre el horario de las comidas o el ayuno y la diabetes tipo 2”.

De esta manerta, el equipo de ISGlobal y del Institut National de la Santé et de la Recherche Médicale (Inserm) de Francia investigó la asociación entre la frecuencia y el horario de comidas y la incidencia de diabetes tipo 2 en 103.312 personas adultas, de las que el 79 % eran mujeres, de la cohorte francesa NutriNet-Santé.

Los participantes llenaban en un registro on-line lo que habían comido y bebido durante 24 horas, en tres días no consecutivos, así como los horarios a los que lo hacían. El equipo investigador hizo un promedio del registro de dieta de los dos primeros años de seguimiento, y evaluó el estado de salud de las personas participantes a lo largo de los años siguientes, con siete años como promedio.

El resultado fue que hubo 963 nuevos casos de diabetes tipo 2 durante el estudio; y el riesgo de desarrollar la enfermedad fue significativamente mayor en el grupo de personas que desayunaban habitualmente después de las 9 de la mañana, comparado con las que desayunaban antes de las 8 de la mañana.

Según ha explicado Palomar-Cros, “biológicamente, esto tiene sentido, ya que se sabe que saltarse el desayuno tiene un efecto sobre el control de la glucosa y de los lípidos, así como de los niveles de insulina”, y ha añadido que “esto va en línea con dos metaanálisis que concluyen que saltarse el desayuno aumenta el riesgo de diabetes tipo 2”.

El equipo de investigadores también encontró que una cena tardía, es decir, después de las 10 de la noche, parece aumentar también el riesgo; mientras que comer con más frecuencia, unas cinco veces al día, se asoció con una menor incidencia.

En cambio, extender el ayuno solo resulta beneficioso si se hace desayunando pronto, es decir, antes de las 8 de la mañana, y cenando pronto también. De hecho, el investigador de ISGlobal y coautor del estudio, Manolis Kogevinas, ha subrayado en este sentido que “nuestros resultados sugieren que una primera comida antes de las 8 de la mañana y una última antes de las 7 de la tarde podrían ayudar a reducir la incidencia de diabetes tipo 2”.

En conjunto, estos resultados consolidan el uso de la crononutrición, es decir, la asociación entre dieta, ritmos circadianos y salud, para prevenir la diabetes tipo 2 y otras enfermedades crónicas.

Estilo de Vida