Casi el 20 % de los pacientes hospitalizados padecen diabetes. Además, debido a sus procesos patológicos estos enfermos sufren un estrés añadido que eleva sus índices de glucemia, lo que obliga al tratamiento con insulina durante su estancia en el hospital.
El Hospital Clínico de Málaga desarrolla distintas iniciativas para una mejor asistencia de los diabéticos tanto durante la hospitalización como tras el alta. Para ello, desde 2006 está implantando los protocolos incluidos en el Plan Andaluz de Diabetes y recomendados por la Sociedad Andaluza de Endocrinología y Nutrición (SAEN). "Esos protocolos son herramientas para que el tratamiento con insulina se haga de forma correcta", ha explicado el endocrinólogo responsable de Nutrición del hospital, José Manuel García Almeida.
El objetivo es que los cuidados en el hospital sean uniformes. El 10 % de los pacientes ingresados desconocen que son diabéticos y sufren una hiperglucemia (subida de los niveles de azúcar) debido al estrés hospitalario. Algunos se normalizan y luego no necesitan tratamiento, pero otros confirman su insulinodependencia.
A estos enfermos que debutan con la insulina, las enfermeras de Endocrinología les enseñan a autocontrolarse la enfermedad. "Durante la estancia en el hospital captamos a los enfermos de nueva insulinización. A los pacientes que se van de alta con insulina y que nunca se han pinchado, les enseñamos a pincharse y le damos un kit para que controlen su patología", explica Rosalía Rioja, especialista en nutrición del Clínico.
El kit incluye un aparato para medirse la glucemia, las tiras para hacerse el control y el bolígrafo con el que se administra la insulina. Además, desde 2011, las enfermeras del hospital se coordinan con las del centro de salud del paciente para que, tras el alta, su médico de cabecera y las ATS sepan la pauta de tratamiento trazada por los especialistas.
La preocupación por la mejora de la atención de la diabetes no es baladí. Los últimos estudios indican que el 16 % de la población padece la patología.