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¿Cuáles son los hábitos saludables que ayudan a prevenir el riesgo de demencia en los diabéticos...?

Una combinación de distintos hábitos de estilo de vida saludables, tales como dormir entre siete y nueve horas diarias, hacer ejercicio regularmente o tener un contacto social frecuente se ha relacionado con un menor riesgo de padecer demencia en personas con diabetes tipo 2, según un estudio publicado en la revista médica Neurology, de la Academia Americana de Neurología.

 

Para el estudio, los investigadores consultaron una base de datos de asistencia sanitaria del Reino Unido e identificaron a 167.946 personas de 60 años o más con y sin diabetes que no tenían demencia al inicio del estudio. Los participantes completaron cuestionarios de salud, proporcionaron medidas físicas y dieron muestras de sangre.

Para cada participante, los investigadores calcularon una puntuación de estilo de vida saludable de cero a siete, con un punto por cada uno de los siete hábitos saludables. Los hábitos incluían no fumar, un consumo moderado de alcohol de hasta una bebida al día en el caso de las mujeres y de hasta dos al día en el caso de los hombres, una actividad física semanal regular de al menos 2,5 horas de ejercicio moderado o 75 minutos de ejercicio intenso, y de siete a nueve horas de sueño diarias.

Las personas con diabetes que seguían dos o menos de estos hábitos saludables tenían cuatro veces más probabilidades de desarrollar demencia que las personas sin diabetes que seguían los hábitos saludables.

Otro factor era una dieta saludable que incluyera más frutas, verduras, cereales integrales y pescado y menos cereales refinados y carnes procesadas y no procesadas. Los últimos hábitos eran ser menos sedentario, lo que se definió como ver la televisión menos de cuatro horas al día, y el contacto social frecuente, que se definió como vivir con otras personas, reunirse con amigos o familiares al menos una vez al mes y participar en actividades sociales al menos una vez a la semana o más a menudo.

Los investigadores siguieron a los participantes durante una media de 12 años, un tiempo durante el cual 4.351 personas desarrollaron demencia. El 4 % de las personas sólo siguió entre cero y dos de los hábitos saludables, el 11 % siguió tres, el 22 % siguió cuatro, el 30 % siguió cinco, el 24 % siguió seis y el 9 % siguió los siete. Las personas con diabetes que seguían dos o menos de estos hábitos saludables tenían cuatro veces más probabilidades de desarrollar demencia que las personas sin diabetes que seguían los siete hábitos saludables.

Además, las personas con diabetes que seguían todos los hábitos tenían un 74 % más de probabilidades de desarrollar demencia que las personas sin diabetes que seguían todos los hábitos.

La asociación entre la puntuación del estilo de vida saludable y el riesgo de demencia no se vio afectada por los medicamentos que tomaban las personas o por lo bien que controlaban su nivel de azúcar en sangre. Para las personas con diabetes que seguían todos los hábitos, hubo 21 casos de demencia por 7.474 años-persona o el 0,28 %.

En el caso de las personas con diabetes que siguieron sólo dos o menos hábitos, hubo 72 casos de demencia por 10.380 años-persona o el 0,69 %. Tras ajustar por factores como la edad, la educación y el origen étnico, las personas que seguían todos los hábitos tenían un riesgo de demencia un 54 % menor que las que seguían dos o menos. Cada hábito saludable adicional que seguían las personas se asociaba con un 11 % menos de riesgo de demencia.

El doctor Yingli Lu, de la Facultad de Medicina de la Universidad Jiao Tong de Shangai, en China, ha explicado que "investigamos si una amplia combinación de hábitos de vida saludables podía contrarrestar ese riesgo de demencia  y descubrimos que las personas con diabetes que incorporaban siete hábitos de vida saludables a sus vidas tenían un menor riesgo de demencia que las personas con diabetes que no llevaban una vida saludable".

La asociación entre la puntuación del estilo de vida saludable y el riesgo de demencia no se vio afectada por los medicamentos que tomaban las personas o por lo bien que controlaban su nivel de azúcar en sangre. En este sentido, Lu ha señalado que "nuestra investigación muestra que, en el caso de las personas con diabetes de tipo 2, el riesgo de demencia puede reducirse en gran medida si se lleva un estilo de vida más saludable. Los médicos y otros profesionales de la medicina que tratan a personas con diabetes deberían considerar la posibilidad de recomendar a sus pacientes cambios en su estilo de vida. Tales cambios no sólo pueden mejorar la salud en general, sino que también contribuyen a prevenir o retrasar la aparición de la demencia en las personas con diabetes".

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