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Relaciona un mayor nivel de cafeína en la sangre con un menor riesgo de padecer diabetes

Un equipo internacional de investigadores del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia), ha publicado un estudio en la revista BMJ Medicine que concluyen que unos niveles elevados de cafeína en sangre podrían reducir la cantidad de grasa corporal de una persona y, consecuentemente, el riesgo de sufrir diabetes tipo 2, la que está asociada al envejecimiento y a algunos hábitos de vida.

 

Los resultados de esta investigación coinciden con los otros estudios observacionales que, desde hace décadas, han venido observando una relación entre el consumo de café y un menor riesgo de diabetes. Así las cosas, un artículo publicado en 2018 por Susanna Larsson, líder de esta nueva investigación, ya estimaba que con cada taza de café con cafeína tomada al día se reducía un 7 % el riesgo de desarrollar diabetes, un beneficio que, con un 6 %, casi se igualaba con el café descafeinado.

Pese a la acumulación de resultados positivos, estos estudios observacionales no permiten asegurar que los vínculos detectados son causales, por lo que los autores de este nuevo trabajo recuerdan que no se han realizado ensayos aleatorizados, muy costosos y complejos de llevar a cabo, con los que se pueda establecer esta causalidad, para analizar el efecto de la cafeína en el desarrollo de diabetes o enfermedad cardiovascular.

Para superar estas limitaciones, los científicos emplearon un método novedoso conocido como aleatorización mendeliana, que utiliza variaciones genéticas con una función conocida para evaluar el efecto causal de un factor de riesgo. En este caso, analizaron los genes CYP1A2 y AHR, que determinan la velocidad a la que nuestro organismo procesa la cafeína, en 10.000 personas.

Los individuos que tienen variantes genéticas que hacen que la cafeína permanezca más tiempo en la sangre, suelen beber menos café, porque sienten una estimulación más prolongada, pero tienen mayores concentraciones de cafeína en el plasma sanguíneo. Con todo, el efecto observado no es tan grande individualmente como para plantearse beber café para prevenir la diabetes.

Con ese planteamiento, que trata de separar el efecto de la cafeína en sangre en la obesidad o la diabetes de otros factores relacionados con el consumo de café, los investigadores observaron que las personas con las variantes genéticas que ralentizan el procesado de cafeína y favorecen su mayor presencia en la sangre tenían un menor índice de masa corporal y menos porcentaje de grasa.

El principal motivo de la reducción del riesgo de diabetes, al que se atribuye el 43 % del efecto, es la pérdida de peso, provocada por su capacidad para acelerar el metabolismo y reducir el apetito, entre otras cualidades.

Gemma Rojo, investigadora del Hospital Regional Universitario de Málaga, considera que el estudio es interesante, pero advierte que “el efecto observado no es individualmente tan grande como para plantearse beber café para prevenir la diabetes, y que a una persona que ya tiene diabetes, no le va a servir para controlarla, porque no le va a bajar los niveles de azúcar en sangre”, para añadir que “una lectura que sí se puede hacer es que la evidencia de los beneficios del café es mayor que la que tenemos en contra, pero el efecto del café en la diabetes se ve mejor a nivel poblacional y es poco útil para tomar decisiones individuales”.

Los autores del estudio creen que sería interesante “realizar estudios aleatorizados para comprobar si las bebidas con cafeína y sin calorías pueden desempeñar un papel reduciendo el riesgo de obesidad y diabetes tipo 2”. En concreto, Jorge Ferrer, jefe del grupo de Regulación Genómica y Diabetes en el CRG de Barcelona, piensa que ese planteamiento es excesivo “teniendo en cuenta que este estudio no ha tomado en cuenta otras variables, como el bienestar psíquico o cómo afecta la cafeína a la calidad del sueño”, aunque sin embargo sí considera útiles este tipo de estudios de aleatorización mendeliana para conseguir información que es muy complicado obtener sobre la cafeína, “siguiendo a muchas personas durante varios años, dando a unas cafeína y a otras un placebo” y controlando muchas otras variables.

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