Un nuevo estudio no ha hallado pruebas de que la exposición al bisfenol A, una sustancia química presente en los plásticos, pueda causar diabetes, aunque algunos expertos han señalado que la investigación tiene ciertas limitaciones. Tras estudiar a 3.400 adultos chinos mayores de 40 años, los autores no hallaron una asociación evidente entre los niveles de bisfenol A en orina y la posibilidad de desarrollar diabetes.
La cuarta parte del grupo con niveles más altos de BPA tuvo más riesgo de desarrollar la enfermedad que la cuarta parte con los niveles más bajos. Pero el equipo no pudo hallar una relación "dosis-respuesta".
Los resultados publicados en Annals of Internal Medicine aún no resuelven el debate sobre los posibles efectos del BPA en la salud. De hecho, expertos ajenos al estudio cuestionaron las conclusiones de los autores.
El BPA es un disruptor endócrino porque altera la actividad hormonal del organismo. Se utilizó durante décadas para producir recipientes de plástico rígido y recubrimiento interno de las latas para bebidas y alimentos. La mayoría de la población posee un porcentaje de BPA en sangre, pero ningún estudio disponible, con animales o seres humanos, pudo probar una relación causa-efecto entre la exposición al BPA y la diabetes.
La nueva investigación no termina de confirmar esta relación, según el equipo del doctor Guang Ning, de la Escuela de Medicina de la Universidad Jiao-Tong, en Shanghái. El 32 por ciento de los 3.423 hombres y mujeres estudiados tenía diabetes tipo 2. Al dividir a los participantes en cuatro grupos, según el nivel de BPA en orina, el equipo observó que el grupo con los niveles más altos de BPA era un 37 % más propenso a desarrollar diabetes que la cohorte con los niveles más bajos de la sustancia. Las cifras se mantuvieron incluso después de considerar otros factores, como la edad, el peso y la función renal.
Por otro lado, el grupo con los segundos niveles más altos de BPA no mostró aumento alguno del riesgo de desarrollar diabetes, a diferencia del segundo grupo con los niveles más bajos. De modo que no hubo "una relación clara, monótona" entre el BPA y la diabetes, dijo Ning.
En cualquier caso, un editorial publicado junto con el estudio señala que los investigadores adoptaron un enfoque que subestima el riesgo de diabetes detectado en el grupo con los niveles más altos de BPA. "Sería muy bueno que los datos se difundan a toda la comunidad científica", dijo Tamara Galloway, profesora de la University of Exeter, en Gran Bretaña, y coautora del editorial.
Galloway señaló que otra limitación del estudio es que los niveles de BPA eran bastante bajos: el valor promedio de la cohorte era de 0,8 nanogramos/ml, mientras que el nivel promedio en Estados Unidos ronda los 2 nanogramos/ml. "Los niveles en esta población china fueron muy bajos respecto de los de Estados Unidos, Europa y Japón, de modo que el resultado para esas poblaciones más expuestas sigue siendo ambiguo", dijo Galloway.
El equipo coincide en la necesidad de realizar estudios más prolongados. De hecho, está efectuando un seguimiento de la misma cohorte para determinar los efectos del BPA en el tiempo.