Científicos norteamericanos mejoran el examen de glucemia para la detección de la diabetes

Investigadores de Estados Unidos han desarrollado un método para calcular los niveles promedio de azúcar en la sangre, que puede reducir en más del 50 % los errores de diagnóstico en comparación con las pruebas actualmente utilizadas que en ocasiones son poco precisas.

"Lo que actualmente consideramos la regla de oro para calcular la glucosa promedio en la sangre de ninguna manera es tan precisa como debería ser", ha destacado el investigador John Higgins, profesor asociado de biología de sistemas de la Escuela de Medicina de Harvard y clínico patólogo del Hospital General de Massachusetts.

"Nuestro estudio no sólo localiza la raíz de la imprecisión, sino que también ofrece una forma de eludirla", ha explicado Higgins.

Las conclusiones del estudio han sido descritas en la revista estadounidense Science Translational Medicine. Como el nivel azúcar en la sangre varía cada hora, e incluso cada minuto, los doctores utilizan la llamada prueba A1C como un indicador para calcular el nivel promedio de glucosa en la sangre de una persona en los últimos tres meses.

La prueba A1C mide la cantidad de hemoglobina glicosilada, la glucosa que se adhiere a la hemoglobina, o transportador de oxígeno, dentro de los glóbulos rojos, la cual puede vivir tres meses en el cuerpo. Sin embargo, la prueba es imprecisa en cierta medida, y puede conducir a lecturas idénticas para personas con diferentes niveles promedio de azúcar en la sangre.

El equipo de investigadores encontró que esta falta de precisión deriva totalmente de las variaciones individuales en el tiempo de vida de los glóbulos rojos de una persona. Para eliminar la influencia de la variación por la edad, el equipo desarrolló una fórmula que factoriza el período de vida de los glóbulos rojos de una persona y luego la compara con los cálculos de azúcar en la sangre ajustados a la edad con los cálculos derivados de la prueba estándar A1C y con las lecturas de niveles de glucosa medidas directamente por los continuos monitores de glucosa.

La prueba estándar A1C brindó notables cálculos desfasados en cerca de una tercera parte de los más de 200 pacientes cuyos resultados en la prueba fueron analizados como parte de la investigación. Conforme al nuevo modelo, los pacientes pueden portar un monitor de glucosa durante unas semanas para obtener un nivel de comparación de su nivel de azúcar en la sangre, lo que también permitirá a los doctores calcular la edad promedio de los glóbulos rojos de una persona antes de retirar el monitor.

"Los médicos que traten a pacientes recién diagnosticados sabrán de inmediato cuál es la edad de los glóbulos rojos de un paciente", ha defendido Higgins, quien ha añadido que "entonces se podrán ajustar los resultados de la prueba del paciente al factor de la edad de los glóbulos rojos, con lo que se obtendrá un resultado más preciso que refleje los verdaderos niveles de azúcar en la sangre, lo que permitirá ajustar el tratamiento como corresponde".

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