La Universidad de Harvard descubre que el color de la lengua puede avisar de que se padece diabetes

Antes de empezar a sentirnos mal, hay un síntoma que puede servir para comprobar el estado de salud: el color de la lengua. De esta manera, según un artículo publicado desde la Universidad de Harvard, este se puede convertir en un indicio de algún problema sin tratar en el organismo, lo cual tiene una aplicación práctica en el caso de la diabetes.

 

De esta manera, desde la Univerisdad de Harvard han señalado que una lengua redondeada y simétrica suele presentar un color rosa claro; y en poblaciones de origen africano, asiático o mediterráneo, también tienen un color morado o marrón. Además, también se suele observar una capa blanquecina en la lengua que, según los investigadores, es una proteína llamada keratina que protege la lengua cuando comemos.

En la lengua están las papilas gustativas, unos pequeños bultitos que nos ayudan a detectar el sabor, la temperatura o el tacto, y estos hacen que algunos alimentos puedan provocar el cambio de color de la lengua, aunque se trata de unos efectos que son solo temporales.

Enjuagar con abundante agua debería ser suficiente para eliminar los colores relacionados con colorantes, sin embargo, hay otras tonalidades que, si no desaparecen, deberían preocuparnos. Por ejemplo. el color marrón o negro en la lengua es un indicativo de que puedes sufrir la enfermedad de lengua pilosa negra, una condición que surge cuando las pupilas se alargan demasiado.

Se trata de algo inusual, pero que, si sucede, comienza a atrapar bacterias y una mezcla de colores de los alimentos, que provoca el cambio de color, una condición puede surgir en personas con una pobre higiene bucal y desarrollarse con factores de riesgo como la toma de antibióticos o antihistamínicos, el tabaquismo, la sequedad bucal o el consumo excesivo de café o té negro.

Los parches blancos en la boca o las llagas son más habituales, ya que pueden salir como consecuencia de los efectos secundarios de tratamientos de antibióticos o contra el cáncer. Estas aftas, que se forman por el crecimiento excesivo de levaduras u hongos en la boca, también pueden ser causadas por la diabetes.

Además, el uso de prótesis dentales, el tabaquismo, la sequedad bucal o el uso de inhaladores de esteroides también ayudan a la aparición de estas llagas.

Si las manchas en la lengua son rojas y más intensas, será un síntoma de déficit de B12 o de escarlatina, una infección en la garganta causada por la faringitis estreptocócica que también se refleja con erupciones rojas en la piel. Si estas manchas no duelen o cambian de lugar, se trata de un trastorno llamado 'lengua geográfica', que no supone ningún riesgo para la salud.

El cambio del color de la lengua es especialmente preocupante si viene acompañado con otros síntomas como fiebre, mucho dolor de garganta, llagas que no desaparecen y más síntomas nuevos.

Enm este sentido, el doctor Tien Jiang ha dado algunas claves del cuidado de la lengua, que debe acompañar la rutina de lavar los dientes al menos dos veces al día y usar hilo dental al menos una vez al día. "Saca la lengua y desliza el cepillo desde atrás hacia delante: una pasada por el centro, otra por el lado izquierdo y otra por el derecho. Esto ayuda a eliminar las bacterias y los restos que se acumulan en las papilas", ha sugerido Jiang, que ha desaconsejado además el uso de los limpiadores linguales que raspan la lengua.

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