La Junta de Andalucía ha anunciado que ha finalizado la elaboración del III Plan Integral de Diabetes, un documento que fomentará la educación terapéutica y prestará especial atención a la población infantil, con el objetivo de reforzar la prevención de esta patología y el diagnóstico precoz de sus complicaciones.

Se trata de un texto aplaudido por los colectivos afectados pero que, sin embargo, llega con tres años de retraso, después de que el anterior plan finalizara en 2013.

La Federación de Asociaciones de Diabéticos de Andalucía Saint Vicent (FADA) parece satisfecha con el documento resultante, después de "dos años en los que hemos estado colaborando estrechamente" con el Gobierno autonómico, según Francisco Pérez Barroso, presidente de la organización, que reconoce que "casi todas" sus peticiones han sido incluidas. "Ahora falta que se cumpla", ha señalado, y no es especialmente optimista teniendo en cuenta que "el 60 % del anterior plan no se ejecutó".

Entre las principales exigencias de los afectados, un colectivo que en Andalucía roza el millón de personas -el 15,3% de la población adulta de la región-, figura la compra centralizada de agujas, es decir, "que en todas las provincias haya el mismo tipo de aguja de calidad", algo que actualmente no sucede ni en Sevilla ni en Málaga, donde estas "se doblan y causan dolor y hematomas a los pacientes".

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) y las farmacéuticas han alcanzado ya un acuerdo que ha permitido solventar este problema, pero solo en parte. "Solo se está haciendo en Sevilla y no en todas las farmacias", asegura Pérez Barroso.

De la misma manera, según cuenta el diario 20 Minutos, los diabéticos piden que los pacientes de tipo 2, el más frecuente entre los adultos, puedan tener acceso a las tiras reactivas, que permiten controlar los niveles diarios de glucosa. Sin embargo, "el SAS dice que no las necesitan, cuando es todo lo contrario, ya que estos pacientes son los que más problemas pueden tener".

Ninguno de estos dos puntos está incluido en el nuevo plan.

Sí lo está otro que desde FADA consideran de vital importancia, como es la ampliación de las unidades hospitalarias, de manera que cada uno de los 46 hospitales de la comunidad cuente con una unidad de diabetes. Ahora solo hay "unas 20, y ni siquiera funcionan como deberían, pues la mayoría cuentan solo con una enfermera", indica el presidente de la federación. También exigen una unidad de pie diabético en cada provincia, no solo las dos actuales (en Córdoba y Sevilla), lo que "evitaría el 80% de las amputaciones que se realizan en la región al cabo del año, unas 1.500 en total".

"Lo que queremos es ser atendidos con todas las garantías", insiste Pérez Barroso, que incide en que en todos los centros de salud debe haber un "referente" en esta patología. "Hace más de 20 años que se firmaron unos protocolos de educación, para que los pacientes estén bien informados de su enfermedad, pero no se cumplen porque, según dice la Junta, no hay personal", ha añadido.

El nuevo plan sí prevé la educación terapéutica mediante actividades grupales, sobre todo en Atención Primaria, así como la formación y el desarrollo de los profesionales.

Por último, FADA pone el acento en "algo que firmó la propia Junta y a lo que se comprometió, pero que tampoco ha cumplido": la realización de un estudio de fondo de ojos y de pie en los diabéticos con más de cinco años de evolución. "No se hace, de nuevo, porque no hay personal suficiente", se lamenta Pérez Barroso, que insiste en que "tenemos instalaciones y buenos profesionales sanitarios, lo único que hace falta es voluntad política y una mayor coordinación de los centros de salud con los hospitales".

El plan que acaba de elaborarse sí reforzará los programas de prevención de la retinopatía diabética, que el año pasado permitió identificar 39.013 casos de esta complicación, y la terapia con bomba de insulina, que desde 2003 ha posibilitado el desarrollo de 1.201 tratamientos.