Constatan la eficacia de un tratamiento para reducir el riesgo cardiovascular en la diabetes

Un estudio internacional dirigido por investigadores de la Universidad Federal de Río de Janeiro (Brasil) y en el que ha participado la Universidad del País Vasco, muestra no solo el mecanismo por el que la diabetes deteriora el corazón, sino que este proceso puede ser prevenido o, en su defecto, revertido con el tratamiento con dos fármacos.

Según explica Emiliano Medei, director de esta investigación publicada en la revista Nature Communications, "es bien sabido que la inflamación es una herramienta importante para combatir las infecciones, y que normalmente finaliza una vez el ‘intruso’ es eliminado. Sin embargo, en la diabetes no hay tal infección, y la hiperglucemia persistente estimula al sistema inmune para producir una inflamación constante, con una gran liberación de interleucina-1β".

Cuenta el diario ABC que los problemas del corazón son responsables de hasta un 65 % de los decesos en la población con diabetes, siendo el más común de estos problemas la denominada taquicardia ventricular, una alteración del ritmo cardiaco que puede dar lugar a la aparición de un episodio de fibrilación ventricular, también conocido como episodio de muerte súbita.

Los autores explican la relación entre la diabetes y este tipo de arritmia cardiaca empleando un modelo animal –ratones– genéticamente modificado para no expresar la interleucina-1β (IL-1β), es decir, una proteína implicada en la respuesta inmune que activa la inflamación en caso de infección o lesión; y por otra parte, ratones normales con todos sus genes intactos.

Los autores del estudio provocaron que ambos tipos de animales desarrollaran diabetes y observaron que ambos tipos de animales diabéticos, normales y mutantes, mostraban los mimos niveles elevados de glucosa en sangre. Sin embargo, los únicos ratones que presentaban alteraciones en su ritmo cardiaco fueron aquellos que no habían sido genéticamente modificados. Es más; los ratones incapaces de producir la IL-1β sufrieron muchos menos episodios de arritmia que sus homónimos normales cuando se les administró cafeína o dobutamina, un fármaco que provoca taquicardia ventricular.

Los resultados constataron los altos niveles de IL-1β en la sangre de los ratones normales con diabetes, siendo estos niveles especialmente elevados en el corazón. De hecho, la administración de IL-1β fue capaz por sí sola de alterar la función cardiaca tanto en cultivos de células cardiacas humanas como en ratones sin diabetes. En definitiva, el estudio confirma que los niveles elevados de glucosa en sangre causan una inflamación específica que afecta directamente al corazón.

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