Una dieta baja en carbohidratos puede ser útil y beneficiosa en personas diabéticas

Últimamente arrecian los temores asociados a una dieta baja en carbohidratos en pacientes con diabetes lo que hace que se creen diversas pautas que van adquiriendo cada vez mayor flexibilidad.

La diabetes se produce cuando los receptores de las células se vuelven resistentes a los efectos de la propia insulina, lo que se traduce en altos niveles de glucosa en sangre. Pues bien, según las últimas revisiones nutricionales de la American Diabetes Association (ADA), el control alimenticio es fundamental independientemente del tipo de diabetes que se sufra, y es precisamente en este punto donde surgen algunas dudas al respecto.

Las directrices oficiales apuntan a una alimentación basada en carbohidratos (en torno al 50-60 %), una dieta que evidentemente dispara los niveles de glucosa en sangre. Para compensar el desajuste y recuperar niveles normales, importantísimo para evitar complicaciones de riesgo, se recurre habitualmente a la inyección o medicación con insulina.

Algunas preguntas, llegados a este punto son, ¿por qué seguimos una dieta que dispara lo que tratamos de evitar? ¿porque los sesgos oficiales alimenticios establecidos, consideran únicamente este tipo de dieta como equilibrada? ¿por qué no tratamos de amoldar precisamente la dieta a nuestras necesidades?.

Muy a pesar de las recomendaciones a seguir por parte de médicos y nutricionistas, parece ser que por fin las investigaciones están dando sus frutos y lo que antes se consideraba "una locura" ahora parece que está quedando demostrado: una dieta baja en carbohidratos puede ser útil y beneficiosa en personas diabéticas.

Así se posiciona la ADA en su última revisión científica, reconociendo las importantes lagunas existentes a día de hoy y dejando atrás antiguas creencias obsoletas al respecto. Si atendemos a las pautas y recomendaciones nutricionales establecidas en esta última revisión de esta organización, queda claro que los patrones actuales a seguir van adquiriendo una índole mucho más flexible si lo comparamos con años atrás o con las recomendaciones que se siguen impartiendo por parte de endocrinos y nutricionistas a día de hoy.

Una dieta baja en carbohidratos además de ser considerada, se califica como útil y no dañina ni peligrosa, sin existir un porcentaje de CH ideal para el paciente diabético y considerándose en base a la evaluación personal metabólica individual.

Como conclusión, puede afirmarse que en esta primera revisión de la American Diabetes Association, se puede entrever un carácter mucho más flexible en cuanto a las directrices y recomendaciones de carbohidratos establecidas a día de hoy en pacientes con diabetes.

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