Cuando las temperaturas suben demasiado, el aire acondicionado se convierte en un importante aliado para combatirlas... pero no solo eso. Según un estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Maastricht (Holanda), la invariabilidad de las temperaturas bajo techo provoca una serie de consecuencias positivas en el organismo, que van desde la pérdida de peso hasta la prevención de varias enfermedades, entre las que destaca la diabetes.

Las variaciones de temperatura, muy frías o muy cálidas, pueden ser mejores para la salud que una temperatura agradable constante según defiende Marken Lichtenbelt, líder de la investigación publicada en la revista Building Research & Information, quien ha explicado que "de manera tradicional se asumió que una temperatura fija y estable en los hogares y lugares cerrados satisface el confort y la salud de la mayoría de la población. Sin embargo, nuestro trabajo indica que un frío moderado y una temperatura variable pueden tener un efecto positivo sobre nuestra salud y, al mismo tiempo, resultar más que aceptables, cuando no placenteros".

Para empezar, ayudaría a adelgazar y, por lógica, a combatir la obesidad. Tomando como parámetro de confort a una temperatura que oscila entre los 21 y los 22 grados, los especialistas señalaron que al excederse de esos estándares, el metabolismo se acelera y el organismo consume más energía, lo que puede contribuir a la eliminación de kilos de más que tienden a acumular quienes siguen hábitos sedentarios, por falta de ganas o no disponer del tiempo necesario para la actividad física.

El frío influye en los niveles de glucosa, hasta el punto que los expertos indican que los resultados se pueden observar en un corto lapso de tiempo. Marken concluye que con solo diez días de exposición intermitente a un ambiente más fresco dentro de un edificio, mejora la sensibilidad a la insulina y aumenta el consumo de calorías.

Entre sus conclusiones, Marken y su equipo recomiendan crear entornos laborales en los que se varíen las temperaturas de forma continua para beneficiar la salud; a la vez que sostienen que esto debería considerarse para diseñar y construir los próximos edificios de oficinas. Y además, argumentan que este método reduciría la emisión de gases.