¿Porqué tener mucha precaución con los edulcorantes...?

Café, yogures, batidos de frutas, postres o fruta natural, son alimentos a los que habitualmente se añade azúcar para mejorar su sabor, más amargo o ácido, pero con el objetivo de reducir la ingesta calórica, normalmente recurrimos a los edulcorantes, unas sustancias que se utilizan para dar sabor dulce a los alimentos que no lo son.

Estos edulcorantes pueden ser de origen natural como la fructosa, que se extrae de las frutas o la miel; o pueden ser artificiales, como el aspartamo y la sacarina,  dos de los edulcorantes artificiales más usados.

En el caso de las personas con diabetes, no se recomienda el uso de edulcorantes, pero tampoco el azúcar común. Lo mejor para la diabetes es alejarse de todo tipo de azúcar, bajando la ingesta y, por tanto, el nivel de azúcar en sangre. En todo caso, se pueden endulzar muchos postres o preparados utilizando el azúcar presente en algunas frutas como los dátiles.

Estos edulcorantes artificiales, que están presentes en muchos alimentos bajos en calorías, en refrescos, en golosinas o en bebidas energéticas, entre otros, pueden tener efectos nocivos sobre la salud, y aunque están controlados y aprobados por las organizaciones y autoridades dedicadas a la seguridad alimentaria, hay indicios de que algunos de los edulcorantes pueden influir en la salud, ya que podrían causar intolerancia a la glucosa y alterar la microbiota intestinal.

Un análisis sobre diferentes estudios que trata de discernir los efectos de los edulcorantes en la salud apunta a que los edulcorantes derivados de aminoácidos como, por ejemplo, el aspartamo, no causaban ningún tipo de alteración sobre la microbiota. Por otro lado, algunos de los edulcorantes no calóricos, como la sacarina y la sucralosa, podrían tener capacidad de cambiar la microbiota, aunque se apunta a la necesidad de hacer más investigaciones para concluir estos efectos.

Otros como, por ejemplo, la isomaltosa, el maltitol, el lactitol y el xilitol, sí que pueden alcanzar el intestino, aumentando el número de bifidobacterias.

Por otra parte, la creencia de que los edulcorantes ayudan a perder peso porque sustituyen al azúcar, no es verdad, y lo mejor para bajar peso es llevar una dieta variada y equilibrada, combinando con hábitos de vida saludable y ejercicio.

 

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