Un grupo de investigadores ha descubierto que un medicamento inicialmente destinado a pacientes diabéticos, además adelgaza... y aunque en la actualidad sólo está indicado para los enfermos seleccionados y bajo controles estrictos, es muy posible que terminen beneficiándose también personas obesas no diabéticas.
La noticia ha saltado en el Congreso de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD) celebrado en Berlín. El medicamento en cuestión es la liraglutida (comercializado como Victoza), un análogo del GLP-1, una sustancia natural del organismo que regula los niveles de glucosa y reduce los episodios de hipoglucemia.
Cuenta el diario La Razón que no queda ahí su función. También baja las cifras que marca la báscula. De hecho, consigue bajadas de hasta cinco kilos en pocos meses, según reconoce Francisco José Pajuelo Fernández, director médico de Novo Nordisk en España, compañía que está detrás del medicamento, y que insiste en que la prevención es fundamental para detener la incidencia de la enfermedad.
En España se obtiene únicamente con receta médica y su coste es reembolsable con visado (sólo a aquellos pacientes con un índice de masa muscular, IMC, superior a 30). La cuestión es que están en terreno de nadie aquellos pacientes que no tienen diabetes pero que se les considera prediabéticos, intolerantes a la glucosa o con obesidad y en riesgo de desarrollar la enfermedad.