Las asociaciones de celíacos, agrupados en la Federación Española de Diabetes (FEDE), continúan en pie de guerra contra el Ministerio de Defensa, al considerar que desde este departamento ministerial hacen “oídos sordos” a los que se ven sometidos desde hace meses por una histórica reivindicación.
El caso, es que desde el Gobierno les siguen prohibiendo el acceso al Ejército por su enfermedad. En noviembre de 2017 se produjo un primer avance con una reunión de representantes de FEDE con altos mandos militares. Pese a las promesas, el Ministerio respondió de forma negativa; y el pasado marzo, volvieron a recibir una respuesta negativa.
Con la llegada del nuevo gobierno socialista, FEDE envió una carta a Defensa para atender sus peticiones, pero tampoco ha recibido respuesta.
Para intentar arreglar esta situación se creó un grupo de trabajo en el Congreso de los Diputados con otras asociaciones también afectadas por la prohibición. Y es que, la negativa del acceso no sólo afecta al grupo de los diabéticos, sino también a las personas que padecen celiaquía, VIH o Psoriasis.
Estas asociaciones enviaron una carta conjunta a Defensa, pero los afectados por estas prohibiciones aún no han obtenido una respuesta por parte del Ministerio, al tiempo que el grupo de trabajo del Congreso tampoco ha arrojado resultados positivos.
Así las cosas, desde la organización de diabéticos se quejan del "trato desfavorable" al que se ven sometidos por una “legislación obsoleta” que no atiende a motivos reales.
Desde la FEDE resaltan que esta enfermedad no imposibilitan en manera alguna la realización de ejercicio físico o actividad deportiva, y ponen el ejemplo de algunos deportistas profesionales que la padecen y que cuidando la dieta obtienen grandes resultados.
Las asociaciones de diabéticos dicen que la clave, más bien, está en cuidar la dieta, ya que, uno de los problemas que escgrime el Ministerio de Defensa es el suministro de menús especiales a los soldados diabéticos en misión. En este sentido, países como EEUU e Italia ya han adaptado los menús con un protocolo correcto de seguridad alimentaria para diabéticos, permitiendo la entrada de estas personas en sus Fuerzas Armadas.
Desde la FEDE aportan más argumentos, y no entienden que se suministre un menú a militares musulmanes por su condición religiosa, y que al colectivo diabético no se le den facilidades, acreditando que podrían hacer el mismo trabajo que cualquier otro soldado.
Por otro lado, está la situación de que a los militares diagnosticados con diabetes no se les expulsa de las Fuerzas Armadas, pero si se les impide participar en misiones en el exterior. En este sentido, algunas fuentes consultadas afirman que, al igual que se les puede suministrar a los celíacos menús especiales, se podría perfectamente proveer de insulina a aquellos soldados que la necesitasen por su condición, aún en campaña fuera de las fronteras españolas.
La situación de discriminación no solo afecta a los diabéticos en el Ejército, sino que otros cuerpos, como la Policía Nacional o la Guardia Civil, también se ven afectados por la misma prohibición.
Los diabéticos necesitan de la insulina para poder ingerir los alimentos, motivo por el que desde la FEDE insisten que con la insulina los diabéticos son "personas normales sin ningún problema o incapacidad física".