El confinamiento incrementó el sobrepeso y la diabetes de los españoles

Casi la mitad mitad de los españoles sometidos durante varias semanas al confinamiento domiciliario debido a la situación de alarma decretada por el Gobierno con motivo de la pandemia de coronavirus, han experimentado un incremento de sobrepeso medio durante este periodo de tiempo, según se desprende de un estudio realizado por la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), que concluye que el 44,3 % ha declarado que ha aumentado de peso en el confinamiento, y la mayoría de ellos -un 73 %- sitúan el rango de incremento entre 1 y 3 kgs.

Según ha señalado el Dr. Francisco Tinahones, presidente de SEEDO, “este estudio concuerda con datos previos y resalta el papel negativo que el confinamiento ha tenido en la salud pública”, lo que ponde de manifiesto que las personas que ya tenían sobrepeso u obesidad son los que más peso han aumentado.

Partiendo de estos datos del estudio, que se ha elaborado gracias a la colaboración de Novo Nordisk, desde esta organización insisten en la importancia de cuidar el peso durante y después de la pandemia, más aún cuando “el verano y las vacaciones son propicios al relajo y a abandonar los tratamientos, por lo que resulta crucial no ganar peso y que las personas con obesidad lo reduzcan, siendo esto necesario para mantener la salud y también para reducir el impacto de la pandemia de COVID-19”, según ha afirmado la Dra. Susana Monereo, secretaria de la SEEDO.

Para más de la mitad de la población que ha participado en este estudio, el sedentarismo y la alimentación son los principales culpables de este sobrepeso, aunque los mayores de 65 años le echan la culpa al sedentarismo.

El estudio revela los malos hábitos alimentarios seguidos durante el confinamiento, de forma que un 18 % de la población reconoce que su forma de comer ha sido picotear continuamente, una tasa que asciende hasta el 44 % en jóvenes de 18-24 y hasta el 70 % en personas sin ingresos; mientras el 56 % de las población admite que comió más de 3 veces al día durante el confinamiento.

En este sentio, los encuestados reconocen un especial incremento en el consumo de bebidas alcohólicas (un 45 % en la población general y un 55 % de los obesos) y de productos de bollería (un 46,7 % en la población general y un 55,8 % en los obesos). Además, un 40 % de los encuestados declara haber tenido más sensación de hambre durante el confinamiento, siendo la ansiedad, seguida del aburrimiento, el principal motivo de este incremento de apetito.

Entre los aspectos que han contribuido al incremento de sobrepeso destaca el descenso de la actividad física; y el 56 % asegura que hizo menos ejercicio durante el confinamiento, frente al 18 % que dijo que más. En general, más de la mitad de la población de la muestra indica que pasó más de 5 horas sentado a lo largo del día y el 30 % vio más de 5 horas de televisión al día.

En otro orden de cosas, el 77 % de las personas sin ingresos reconoce haber aumentado el sobrepeso durante el confinamiento, por solo el 43 % de los sujetos con ingresos superiores a 2.000 euros. De esta manera, han realizado actividad física durante el confinamiento solo 33 % de las personas sin ingresos, incrementándose gradualmente este porcentaje en función de los ingresos hasta alcanzar un 71 % en las personas con ingresos entre 3.000-4.000 euros al mes. Finalmente, el 36 % de las personas con ingresos inferiores a 1.000 euros vieron la televisión más de 5 horas la día.

 El nivel de estudios también se ha relacionado de forma directa con los malos hábitos seguidos durante el confinamiento; y solo un 30 % de los encuestados sin estudios o estudios primarios han seguido hábitos adecuados, por un 74 % de los encuestados con nivel de estudios superiores.

El estudio también pone de relieve además una especie de efecto contagio alrededor de la obesidad y el sobrepeso, siendo mucho más probable que el entorno más cercano de una persona con obesidad también sufra esta enfermedad, siendo el principal factor de riesgo para presentar obesidad tener un amigo con esta enfermedad.

 Los resultados del estudio muestran que entre aquellas personas que han mantenido su peso durante el confinamiento en el 54,8 % de las ocasiones el resto de las personas que conformaban el hogar también han conseguido un peso estable; sin embargo, entre las personas que han ganado peso, en el 44,6 % de los casos las personas de su entorno también han aumentado de peso.

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