Una dieta basada en alimentos vegetales podría reducir a la mitad el riesgo de padecer diabetes

Una mala nutrición puede reducir la inmunidad y aumentar la vulnerabilidad a las enfermedades, de manera que proliferan los estudios que analizan la forma en la que comemos y cómo puede afectar positiva o negativamente al bienestar de nuestro organismo. En este sentido, una dieta saludable se convierte en sinónimo de prevención ante los grandes problemas sanitarios de nuestro tiempo, como la diabetes, la obesidad, el colesterol o las enfermedades cardiovasculares, principales causas de muerte en el mundo en la actualidad.

De esta manera, recientemente se ha publicado en el Journal of the American College of Nutrition, un estudio en el que investigadores del Physicians Committee for Responsible Medicine revisaron ensayos clínicos y estudios epidemiológicos relacionados con el envejecimiento y recogieron algunas conclusiones, como la que sostiene que las dietas basadas en alimentos vegetales podrían reducir el riesgo de padecer diabetes tipo 2 en un 50 %.

Según los autores del estudio, "la modulación de los factores de riesgo del estilo de vida y la adopción de una dieta saludable son herramientas poderosas que pueden retrasar el proceso de envejecimiento, disminuir las comorbilidades y la mortalidad asociadas con la edad y aumentar la esperanza de vida".

Además de diabetes, también aseguran que afectarían positivamente en materia de enfermedades coronarias, vasculares e incluso Alzheimer.

No es la primera vez que se relacionan las dietas vegetales con problemas derivados de una incorrecta metabolización del azúcar en sangre, de forma que investigadores de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Londres revisaron algunos ensayos clínicos realizados entre 1999 y 2017 y concluyeron que una dieta rica en frutas, verduras, frutos secos, legumbres y semillas, con pocos productos animales, mejoraba sustancialmente las probabilidades de prevenir el desarrollo de la diabetes.

La fibra presente en los alimentos de origen vegetal, minerales como el magnesio –clave en el metabolismo de la glucosa-, los polifenoles –presentes en los frutos rojos, el té verde o las nueces, por ejemplo- o el ácido oleico del aceite de oliva son algunos de los elementos clave a la hora de concluir cómo este tipo de alimentación eminentemente vegetal ayuda a hacer frente a la diabetes.

Se trata de una enfermedad que está estrechamente relacionada con la obesidad, por lo que mantener una dieta sana en la que se contemplen todos los grupos nutricionales (hidratos de carbono, grasas, proteínas, vitaminas y minerales), con especial atención a las grasas saturadas y un consumo de alimentos naturales frente a procesados, es garantía de prevención.

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