La tercera edición del evento +D2 organizado por la plataforma Canal Diabetes con la colaboración de Sanofi, ha reunido a más de 200 participantes en una jornada en la que una serie de expertos abordaron la necesidad de generar más conciencia social y empoderamiento en torno a la diabetes. La edición de este año ha servido para abordar las complicaciones asociadas al mal control glucémico y el colesterol alto.
Estas complicaciones pueden ser microvasculares, afectando a los pequeños vasos sanguíneos, o macrovasculares, afectando a las arterias principales, y pueden incluir problemas oculares, renales, en los nervios, así como un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares como ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares.
En este sentido, el doctor Miguel Brito del Hospital Puerta de Hierro de Madrid, ha asegurado que el riesgo cardiovascular en pacientes con diabetes tipo 2 se ve incrementado debido a factores como el tabaquismo, el colesterol alto, la hipertensión y los niveles elevados de glucosa en sangre, al tiempo que ha añadido que “es fundamental controlar estos factores de riesgo a través de cambios en el estilo de vida y, en algunos casos, medicación” y, en el caso concreto de las cifras de colesterol, “cuanto más bajas mejor y cuanto antes se bajen mejor”.
Así las cosas, el experto ha destacado que existen mitos en torno a la diabetes tipo 2 y su relación con la salud cardiovascular., y se ha refereido a que “por ejemplo, se cree erróneamente que los infartos son menos graves en pacientes diabéticos, cuando en realidad presentan un mayor riesgo de complicaciones”.
Por otra parte, la doctora Sara Artola, médico de atención primaria, miembro de la red GDPS, y una de las expertas en participar en esta edición 2024 de +D2, ha aclarado que “establecer el diagnóstico de la diabetes tipo 2 cuanto antes y arrancar con el tratamiento en el primer momento, puede evitar muchas de las complicaciones asociadas a la patología".
Los profesionales sanitarios recuerdan que es crucial que, al recibir el diagnóstico, el paciente sea consciente de la importancia de adoptar hábitos de vida saludables desde el primer momento. En este sentido, según la Dra. Artola, “vivir con esas cifras elevadas de glucosa produce daños en órganos vitales. Cuando se establecen controles desde el primer día, eso disminuye el número de complicaciones futuras”, lo que "incluye cambios en la dieta, aumento de la actividad física y, en algunos casos, medicación".
Además, según los expertos, es importante desterrar mitos y estigmas asociados al tratamiento de la diabetes tipo 2, y especialmente en lo que respecta al uso de insulina, un recurso terapéutico valioso que no debe considerarse como un fracaso, sino como una herramienta más para controlar la enfermedad y prevenir complicaciones.
Los expertos que han participado en +D2 han recordado que, desde el momento del diagnóstico, es esencial proporcionar una educación terapéutica completa y personalizada al paciente, por lo que el seguimiento regular y la adaptación de los objetivos de control son fundamentales para garantizar un manejo óptimo de la enfermedad a lo largo del tiempo.
En los últimos años el avance de la tecnología ha proporcionado nuevas herramientas para mejorar el manejo de la diabetes tipo 2, y desde las aplicaciones móviles para el seguimiento de la glucosa hasta los dispositivos de monitorización continua, estas innovaciones ofrecen nuevas posibilidades para facilitar el autocuidado y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
De esta manera, el acompañamiento y la gestión emocional juegan un papel crucial en el manejo de la diabetes tipo 2, ya que los pacientes necesitan sentirse apoyados y motivados en su proceso de cambio de hábitos. Algunas formas de acompañamiento según el psicólogo Iñaki Lorente incluyen “buscar cómplices o aliados en el entorno familiar o comunitario, afrontar de frente la enfermedad, pedir mucha ayuda, y sobre todo pelear para que la diabetes no sea el centro de la vida del paciente”.
Como conclusión, los expertos coincidireon en que con una combinación de educación, seguimiento regular y uso adecuado de herramientas terapéuticas, es posible controlar la enfermedad y prevenir complicaciones graves.