Analizan la relación entre la intolerancia a la glucosa y la diabetes gestacional

Una investigación de la Universidad de Oviedo analiza la posibilidad de que las mujeres que padecen diabetes gestacional puedan presentar una mayor probabilidad de sufrir intolerancia a la glucosa en años posteriores.

 

Así las cosas, este estudio, liderado por el doctor Elías Delgado, del Departamento de Medicina de la Universidad de Oviedo e investigador principal del grupo ENDO, ha identificado los posibles factores de riesgo que llevarían a las mujeres con diabetes gestacional a desarrollar diabetes de adulto 15 años después del diagnóstico.

El objetivo del estudio, tal y como señala el Delgado, es evaluar el efecto a largo plazo de la diabetes gestacional en el metabolismo de la glucosa y los cambios epigenéticos que produce.

Para ello, se seleccionaron 30 mujeres que habían sido diagnosticadas con diabetes gestacional durante los años 2005 y 2006, y se les realizó una actualización de su tolerancia a la glucosa mediante una sobrecarga con 75 gramos.

El trabajo, desarrollado en colaboración con el ISPA y el HUCA, y publicado en la revista International Journal of Molecular Sciences ha permitido alcanzar varias conclusiones, entre las que destaca que el peso y el índice de masa corporal, junto con los niveles de expresión de un tipo de microARN, pueden servir como predictores para el desarrollo de estrategias que permitan prevenir la enfermedad.

Además, el estudio concluye que 15 años después del diagnóstico de diabetes gestacional, el 50 % de las mujeres que formaron parte de la investigación presenta algún grado de intolerancia a la glucosa, algo que estaría directamente relacionado con el peso corporal y el índice de masa corporal durante el embarazo.

Según ha explicado Jessica Ares, profesora de la Universidad de Oviedo, «sabemos que los principales factores de riesgo para el desarrollo de esta enfermedad durante el embarazo son el sobrepeso/obesidad, los antecedentes familiares de diabetes y la edad materna avanzada».

Por su parte, el doctor Delgado ha concluido que “en el futuro, es importante poder diferenciar a aquellas mujeres con un riesgo mayor y poder actuar sobre ellas, mediante cambios en el estilo de vida, basados en la incorporación de hábitos alimentarios saludables o ejercicio físico».

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