Investigadores de la Universidad McMaster, en Canadá, han descubierto que, a largo plazo, el uso de insulina no daña a las personas con diabetes o pre-diabetes, según se desprende de los resultados de un estudio de la American Diabetes Association, en Filadelfia, que publica la revista médica New England Journal of Medicine.
Como ha recordado el doctor Hertzel Gerstein, investigador principal del estudio, y profesor de Medicina en McMaster, "se ha debatido largamente la cuestión de si existen consecuencias adversas debido al uso de insulina a largo plazo. Sin embargo, este estudio asegura que no".
Un segundo hallazgo importante del estudio es que las personas con pre-diabetes que recibieron inyecciones diarias de insulina basal, con insulina glargina, tuvieron un riesgo un 28 % menor de desarrollar diabetes tipo 2.
Gerstein dirigió el estudio junto con el doctor Salim Yusuf, profesor de Medicina y director del Population Health Research Institute.
En el estudio, más de 12.500 personas de 40 países, con una edad media de 64 años, en las primeras etapas de la diabetes tipo 2, fueron asignados aleatoriamente a recibir una de inyección diaria de insulina (insulina glargina), o nada de insulina (atención estándar), durante un promedio de seis años. Los investigadores no encontraron ninguna diferencia entre los dos grupos en los resultados cardiovasculares o en el desarrollo de cualquier tipo de cáncer.
Esto sugiere que las inyecciones diarias de insulina (insulina glargina) para normalizar los niveles de glucosa, no son dañinas cuando se administran durante largos períodos de tiempo. A lo largo del estudio, la mayoría de los participantes que recibieron insulina mantuvieron niveles normales de glucosa en ayunas.
El estudio confirmó la presencia de dos efectos secundarios ya conocidos de la insulina -la hipoglucemia (azúcar bajo en sangre) y una ganancia de peso moderada. Ambos efectos fueron considerados de menor importancia, desde el punto de vista médico.
El estudio también descubrió que tomar dosis diarias de un gramo de omega-3 no impidió las muertes relacionadas con problemas cardíacos en las personas con diabetes tipo 2, o prediabetes. "No observamos beneficios ni daños en los participantes que fueron estudiados", explica el coautor Jackie Bosch, "sin embargo, el efecto de estos suplementos en otros grupos, y el efecto de una dieta rica en ácidos grasos omega 3, aun no se ha estudiado".