Cirugía plástica para abordar el pie diabético a nivel preventivo y asistencial

La cirugía plástica permite abordar el pie diabético tanto de forma preventiva como para corregir las complicaciones de la enfermedad. Según la especialista Carmen Iglesias, del Servicio de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora del Hospital Nuestra Señora del Rosario, "gracias a la reconstrucción de las úlceras, es posible evitar las amputaciones".

Según la experta, la aparición de úlceras en los pies del enfermo diabético es fruto de una lesión de los nervios llamada neuropatía diabética. Como consecuencia de ella, los nervios se ven afectados en sus tres componentes: por un lado, a nivel sensitivo, ya que se producen alteraciones en la sensibilidad del pie, de modo que este queda desprotegido y se carga más; por otro lado, la neuropatía diabética, que ocasiona alteraciones en la forma de apoyo plantar, lo que hace perder la forma normal de caminar; y finalmente a nivel autónomo, ya que es responsable de la aparición de sequedad en el pie.

La experta advierte de este modo de que para prevenir la aparición del pie diabético, se hace precisa una vigilancia diaria, que es la medida más efectiva para evitar el desarrollo de lesiones. Además, es necesario reconocer las deformidades existentes para poder tratarlas antes de que surjan úlceras.

Así, según señala la cirujana, existen diversas formas de aplicar la cirugía plástica en el tratamiento del pie diabético. En primer lugar, en la faceta preventiva, una técnica que puede provocar desecamientos del nervio tibial posterior para mejorar la neuropatía en el caso de que los pacientes hayan perdido la sensibilidad.

Por otro lado, la doctora destaca la importancia de la reconstrucción de úlceras en el pie para evitar las amputaciones. "Para ello se precisa de un buen estudio vascular y traumatológico, así como de descartar que exista infección en el hueso", ha detallado. "Cuando existen vasos sanos y no hay infección, podemos plantear la reconstrucción para no amputar", ha explicado Iglesias.

De esta manera, según ha explicado, para proceder a la reconstrucción se efectúan trasplantes de tejidos sanos y bien vascularizados de otras localizaciones del cuerpo, generalmente el muslo, que se unen a las arterias y venas de los pies. Se trata de intervenciones de microcirugía complejas que duran alrededor de cinco horas.

Según la doctora, si los pacientes están bien seleccionados, la cirugía es segura, y tras el alta hospitalaria el paciente deberá caminar con plantillas u otro tipo de ortesis, para mejorar el apoyo. Eso si, "es necesario destacar que, sin el cuidado exquisito del pie intervenido y el control adecuado de la enfermedad, las úlceras volverán a repetirse en un corto plazo", ha advertido Iglesias.

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