Algunos estudios han descubierto que la diabetes puede incrementar el número de partos prematuros, motivo por el que el control de la enfermedad es crucial durante el embarazo. Pero es que además, también puede traer otras consecuencias, como patologías respiratorias o neurológicas.

Para que un parto se considere prematuro debe producirse antes de la semana 37, tal y como detallan desde la Asociación Española de Pediatría (AEPED), donde hacen hincapié en que la mortalidad es bastante elevada cuando un parto se produce con tanta antelación, aunque también puede traer otras consecuencias, tales como patologías respiratorias o neurológicas.

Según Cecilio López-Menchero, coordinador de la UCI neonatal del Hospital de Ciudad Real, "las gestantes diabéticas con frecuencia producen polihidramnios, un acúmulo excesivo de líquido amniótico, que puede facilitar que se desencadene el parto antes de tiempo". Por esta razón, la diabetes se relaciona con los partos prematuros.

LSi bien hay mujeres que ya sufren diabetes antes de la gestaciónn, hay otras que no habían sido diagnosticadas con esta enfermedad hasta que se han quedado embarazadas, un fenómeno al que se conoce como diabetes gestacional y, según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), "existen datos recientes que muestran que la incidencia de DMG también está aumentando como resultado de mayores tasas de obesidad y de más embarazos en mujeres con edad más elevada".

De hecho, la edad media en la que las mujeres tienen el primer hijo en la actualidad, según los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE), está en torno a los 32 años.

Para evitar las complicaciones en el embarazo por diabetes, Elena de la Fuente Hidalgo, especialista en nutrición y dietética, ha explicado que "si existe una situación de sobrepeso u obesidad es recomendable acudir a un dietista-nutricionista que paute un plan nutricional personalizado, adaptado a los gustos, necesidades y estilo de vida de la futura mamá".

De esta manera será posible controlar el peso y mantener lejos la diabetes, a lo que habría que sumarle, también, el ejercicio físico.

Según la SEGO, "alrededor del 1% de las mujeres embarazadas presentan diabetes pregestacional y en torno a un 12% (…) diabetes gestacional", motivo más que suficiente por el que resulta, clave prevenirla a través de la alimentación y el ejercicio, y manteniendo un peso adecuado.