Más de un millón y medio de personas sufre diabetes sin diagnosticar en España, pero según las estimaciones de la Federación Española de Diabetes (FEDE), los casos habrán aumentado un 20 % en 2030 y un 45 % en 2045, como consecuencia de los cambios generalizados en la alimentación y el estilo de vida.
Se trata de cifras recogidas en el informe "La epidemia silenciosa: efectos de la falta de educación en diabetes" que señala además que uno de cada siete españoles convive con esta enfermedad, que tiene una prevalencia del 14,8 %, la segunda más alta de Europa, y donde la adherencia al tratamiento es clave para reducir complicaciones como retinopatía diabética, afecciones cardiovasculares y enfermedad renal.
Así las cosas, este informe, enmarcado en la campaña "No le des la espalda a la diabetes", hace una llamada de atención a las administraciones en la puesta en marcha de programas de educación y prevención de esta enfermedad, para que el paciente sea adherente al tratamiento, se reduzcan las complicaciones y disminuya el gasto sanitario.
En este sentido, el presidente de FEDE, Juan Francisco Perán, ha subrayado que la diabetes es una enfermedad crónica, por lo que la adherencia debe ser constante "con el fin de mantener al paciente fuera de peligro durante el mayor tiempo posible", y eso se consigue con una educación diabetológica "continuada en el tiempo y de calidad".
Desde FEDE proponen que para impartir la educación diabetológica habría que tener enfermeras acreditadas y especializadas que darían la formación en Atención Primaria y en atención hospitalaria, y piden a los laboratorios que sean un "agente activo" con educadores especializados que den formación a los pacientes sobre el uso de los dispositivos, que deben de ser siempre de máxima calidad.
Según datos del Observatorio de Adherencia al Tratamiento, el 50 % de las personas con patologías crónicas no son adherentes a los tratamientos, ocupando estos pacientes una de cada dos citas en Atención Primaria. De conseguir esa adherencia, ha dicho Perán, se reducirían a la mitad las consultas en los centros de salud.
Según la organización, entre el 50 y 70 % toma su medicación con regularidad, mientras que el resto deja de tomarla en los dos primeros años tras el diagnóstico; y esta falta de adherencia a los tratamientos de pacientes crónicos tiene un impacto de 125.000 millones de euros al año en hospitalizaciones, urgencias y visitas ambulatorias evitables.
Un adecuado control de la patología, según el informe, podría suponer una reducción del 8,7 % del coste total generado por la diabetes en el sistema sanitario.
Según este estudio, el número de personas con diabetes en España se ha incrementado un 45 % desde 2011, cuando la prevalencia era del 6,5 % y el número de personas con esta patología no llegaba a los tres millones. Hoy la cifra de pacientes diagnosticados supera los cinco millones.
El informe concluye con una apuesta por la concienciación pública, la mejora en la detección y la atención temprana a esta enfermedad y reprocha a las administraciones la carencia de programas de educación y formación dirigidos a estos pacientes.