Un estudio, que describe la prevalencia de enfermedad renal crónica (ERC) en personas con diabetes tipo 2 (DM2) u obesidad asistidas en los servicios de Endocrinología, a traves de un cribado de estos pacientes, para realizar una estimación del impacto de la enfermedad renal en eventos clínicos adversos, concluye que 4 de cada 10 diabéticos diagnosticados atendidos por endocrinología tienen además ERC.
Así se desprende del estudio observacional retrospectivo ENDO-CKD1.2, impulsado por la compañía AstraZeneca, que ha analizado la epidemiología, la carga clínica y el manejo de la ERC en personas con diabetes o con obesidad atendidas en los servicios de Endocrinología españoles, utilizando la base de datos de historias electrónicas Telotron®, que incluye datos longitudinales anónimos de pacientes de atención primaria, atención especializada y hospitales de 7 comunidades autónomas españolas.
Este estudio ENDO-CKD ofrece una descripción detallada y actual del perfil clínico de las poblaciones con DM2 u obesidad asistida en los servicios de Endocrinología en España, incluyendo el perfil renal, y una comparación de ese perfil cuando el paciente presenta, o no, ERC.
En el estudio se ha realizado una estimación de los eventos clínicos adversos que presentan ambas poblaciones de pacientes durante un periodo de observación de 5 años, comparando aquellos pacientes con ERC al inicio, con los pacientes sin ERC basal, incluyendo un análisis de cómo se realiza el cribado y el diagnóstico de ERC en estos grupos poblacionales.
Según ha destacado el Dr. José Carlos Fernández-García, miembro del departamento de Endocrinología y Nutrición del Hospital Regional Universitario de Málaga, y uno de los autores del estudio, “la descripción del perfil clínico nos demuestra que la presencia de ERC en estos pacientes se asocia con peores valores analíticos, una mayor presencia de otras enfermedades que empeoran el pronóstico (como hipertensión o hiperlipidemia) así como con un mayor uso de fármacos”.
Por otro lado, a la hora de cuantificar la incidencia de eventos clínicos adversos que sufren ambas poblaciones durante un período de observación de 5 años, el estudio ENDO-CKD muestra que un 37 % de las personas con DM2 sin ERC de inicio la desarrollan en dicho período. Además, esta relación se asocia a una probabilidad mayor de desarrollar complicaciones cardiovasculares, tales como la insuficiencia cardiaca o el ictus, así como una mayor tasa de hospitalizaciones y menor supervivencia.
Otro de los hallazgos significativos de este estudio es que solamente un 66 % de las personas con DM2 tienen realizadas las dos pruebas rutinarias para evaluar la presencia de ERC, que en el caso de la población con obesidad baja al 37%1. Además, del total de pacientes con valores de laboratorio indicativos de padecer ERC, solamente tienen dicho diagnóstico recogido y codificado en la historia clínica un 46 % en la población con DM2 y un 32 % en la población con obesidad.
Estos resultados permiten describir áreas de mejora para realizar un adecuado diagnóstico precoz y codificar de forma apropiada la ERC, con el objetivo de poder establecer en cada paciente la estrategia terapéutica óptima para el manejo de su enfermedad.