A pesar de que la diabetes afecta al 14 % de la población española, una cifra que cada año va en aumento, la falta de políticas efectivas por parte de la Administración Pública, como la formación de profesionales y pacientes, o la falta de profesionales sanitarios especializados en esta patología, reduce la calidad de vida de los diabéticos, algo que preocupa a los expertos.
En este sentido, la Federación Española de Diabetes (FEDE) acaba de celebrar un nuevo webinar dentro de su campaña "Educar para proteger el futuro", que tiene como objetivo dar a conocer la labor de sus federaciones y asociaciones miembro.
En esta ocasión, Iratxe Vilariño, presidenta de la Federación de Asociaciones de Diabéticos de Euskadi (FADE), explicó cómo trabajan desde esta federación para el colectivo de personas con diabetes, una patología que, tan solo en esta Comunidad Autónoma, afecta a 214.349 personas, un 9,7 % de su población. De todos estos pacientes, más de 71.000 todavía no están diagnosticados, por tanto, no pueden actuar para controlar su patología.
Durante este webinar, titulado De lo global a lo local: Vivir con diabetes en País Vasco, Vilariño destacó la escasez de profesionales sanitarios expertos en diabetes, que son imprescindibles para que los más de 6.000.000 de pacientes de España puedan gestionar adecuadamente su patología, y cuenten con la formación diabetológica necesaria que les permita evitar complicaciones derivadas de la misma.
Esta carencia de profesionales sanitarios no afecta únicamente a la Atención Primaria, sino que se necesitan muchos otros profesionales en otros ámbitos de la salud, como psicólogos expertos en diabetes, que ofrezcan herramientas para la gestión emocional tanto de los pacientes como de los familiares; así como enfermeras pediátricas especializadas en la patología, que cubran las necesidades de los pacientes más jóvenes.
Ante esta realidad, Iratxe Vilariño solicitó a la Administración Pública que impulse medidas de formación para pacientes, abarcando temas que requieren urgentemente educación y que van desde la utilización eficiente de nuevos dispositivos, hasta la prevención de complicaciones derivadas de la diabetes.
Según Vilariño, "debe ser un derecho de los pacientes disponer en cada centro de salud de, al menos, un profesional sanitario experto en diabetes, con un programa bien estructurado, y que sirva como referente para poder ayudar a gestionar la patología, desde el debut y durante el desarrollo de esta".
Desde el año 2006, FADE participa en el Consejo Asesor en Diabetes, que actualmente trabaja en la formación en diabetes de médicos y enfermeras de Atención Primaria. Y más en concreto, desde esta organización se llevan a cabo iniciativas como sesiones psicológicas gratuitas para los pacientes, con el objetivo de paliar la ausencia de profesionales especializados en esta materia en el Sistema Nacional de Salud.
Con todo, parece que aunque las asociaciones de pacientes luchen por garantizar el derecho a esta asistencia y educación a los pacientes, las medidas resultan insuficientes si los poderes públicos no toman el mando en este sentido, tal y como indicó Vilariño.