Tomar la mayor parte de los alimentos diarios a primera hora del día podría ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre y controlar la diabetes

Una nueva investigación ha apuntado que consumir la mayor parte de los alimentos diarios a primera hora del día podría ser beneficioso para regular los niveles de azúcar en sangre y mantener un peso saludable, con lo que se conseguiría controlar en buena medida la diabetes.

 

Se trata de una investigación presentada en el congreso anual de la Endocrine Society celebrado en Chicago, que se centra en cuándo se come y no en qué se come. En este sentido, el estudio sostiene que si se consume el 8 0% de la ingesta calórica diaria en las primeras ocho horas tras despertarse, se podría evitar la aparición de diabetes de tipo 2, al reducir el periodo en que el azúcar en sangre se mantiene en niveles elevados.

Así las cosas, este estudio dirigido por el equipo de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York, que contó con 10 participantes obesos con altos niveles de azúcar en sangre, pone de relieve la importancia de un desayuno temprano y abundante.

A lo largo de dos semanas, los participantes en el estudio alternaron entre dos regímenes dietéticos distintos. En la primera semana, ingirieron el 80 % de su ración calórica diaria antes de las 13:00 horas, emulando así un patrón de ayuno intermitente. Por el contrario, durante la segunda semana, siguieron un horario de comidas tradicional, consumiendo alimentos hasta las 16 de la tarde.

Durante todo este tiempo, los medidores de glucosa en sangre ayudaron a controlar sus niveles de azúcar, mientras mantenían una ingesta calórica adaptada a su peso.

Los resultados fueron contundentes, de forma que los participantes que adelantaron su consumo de calorías controlaron notablemente mejor sus niveles de azúcar en sangre, evitando con éxito importantes fluctuaciones de la glucemia. Además, su peso se mantuvo estable durante todo el periodo de estudio.

El investigador principal, José Alemán, ha explicado la importancia de estos hallazgos afirmando que "nuestros resultados demuestran que ingerir la mayoría de las calorías a primera hora del día reduce el tiempo en que se eleva el azúcar en sangre, lo que mejora la salud metabólica, y los cambios se notan en tan solo una semana".

En la actualidad, las estadísticas de diabetes aumentan en todo el mundo, y estas investigaciones son un rayo de esperanza, ya que demuestran que con una sencilla modificación de la dieta se podría ayudar a millones de personas a controlar mejor la glucemia y el peso.

De esta manera, concentrar la ingesta de comida por la mañana podría ser especialmente beneficiosa para las personas con alto riesgo de padecer enfermedades metabólicas, debido a su predisposición genética, a factores relacionados con el estilo de vida o a enfermedades preexistentes.

Lo más sorprendente de estos resultados es el plazo en el que se aprecian los cambios, que es solamente de una semana, una rapidez de respuesta que podría tener un impacto psicológico significativo, motivando a los pacientes a seguir con el patrón de alimentación temprana, dadas las mejoras rápidas y tangibles en su salud metabólica.

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