Los pacientes diabéticos de etnia gitana tienen peor controlada esta enfermedad, según muestra un estudio, en el que se han participado 450 diabéticos (220 gitanos) de un centro de salud de Granada presentado en el 32º Congreso de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), que acaba de celebrarse en Bilbao y al que han acudido más de 3.000 profesionales de Atención Primaria de toda España.
Tal y como explica una de las autoras del estudio, la doctora Raquel Ramírez, “en nuestras dos poblaciones existen una serie de variables que están muy relacionadas con la probable aparición de un problema cardiovascular, como son la hipertrigliceridemia y la obesidad, y en ambas existen diferencias entre gitanos y no gitanos. Éstas además no permiten un buen control de la enfermedad, con lo que se incrementa la posibilidad de sufrir complicaciones. También podemos afirmar que la población gitana presenta diabetes a una edad más temprana. De manera que al permanecer más tiempo con el problema, la aparición de vasculopatías en relación con el mal control de la enfermedad y con otra serie de variables, también es mayor en este colectivo”. La edad media de diabéticos gitanos era de 60 años frente a los 66 años en pacientes no gitanos.
El grupo de diabéticos gitanos presentaban mayores cifras de índice de Masa Corporal (IMC) (34 vs 32), de triglicéridos (70,4 % vs 56,4 %), mal control de colesterol, mayor consumo de tabaco (30,5 % vs 18,6 %) y mayor diagnóstico de HTA (786 % vs 70,5 %). Aunque las complicaciones cardiovasculares eran mayores en este grupo de población (56,7 % vs 47,8 %), el Riesgo Cardiovascular (RCV) no mostró diferencias.
Los autores concluyen que aunque en general entre los diabéticos hay un mal control de la enfermedad (70 %), los pacientes gitanos son más vulnerables con una mayor prevalencia de tabaquismo, HTA, obesidad y peores cifras de colesterol y triglicéridos.
Tal y como explica la doctora Ramírez, “hay que tener en cuenta que la población gitana de nuestra zona es una población que ha perdido el carácter nómada que habitualmente ha caracterizado a estas personas. No estamos hablando de gente que vive aislada en guetos marginales y con costumbres muy arraigadas diferentes del resto de la personas".
En relación a la edad media en la que la población gitana desarrolla la diabetes (60 años), las autoras afirman que les ha sorprendido este dato y, aunque a partir del estudio no se puede dar respuesta a esto, sí que se han planteado una serie de hipótesis para continuar con futuros trabajos dirigidos a encontrar una explicación. Por ejemplo, conocer el grado de obesidad infantil en población gitana para poder relacionarlo con la posible aparición de diabetes mellitus tipo 2 en el futuro.
“Creemos firmemente que sus hábitos de vida (sedentarismo, malos hábitos alimentarios, poco valor al ejercicio físico, etc), así como sus diferentes conceptos sobre la salud y la enfermedad son los principales condicionantes de estos resultados. Si bien esto son temas que nos hemos planteado para continuar con nuestro estudio”, asegura esta experta.
Los autores de esta experiencia tienen previsto realizar un estudio multicéntrico, en colaboración con la Unidad Docente de Medicina Familiar y Comunitaria de Granada, que permita comparar estos resultados con los obtenidos en poblaciones no gitanas de mayor nivel socioeconómico y en poblaciones gitanas que se relacionan de manera casi exclusiva entre ellos, con un bajo grado de integración con población no gitana.