La aspirina en dosis bajas ha dejado de remondarse para prevenir emergencias de salud cardiaca, sin embargo, podría ayudar a las personas con diabetes tipo 2, según un reciente estudio, que concluye que aunque sus beneficios no dependen de que una persona tenga su azúcar en la sangre bajo control, la reducción del riesgo fue más sustancial con unos niveles más bajos de azúcar en la sangre.
Los diabéticos que participaron en el estudio que tomaban aspirina en dosis bajas, fueron menos propensas a sufrir un ataque cardiaco o un accidente cerebrovascular, según los hallazgos, que se presentarán el 9 de noviembre en la próxima reunión anual de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), en Nueva Orleáns. En este contexto, la Dra. Aleesha Kainat, profesora asistente clínica de medicina del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh, ha detallado que "nos sorprendió un poco la magnitud de los hallazgos".
De esta manera, Kainat ha defendido que "las personas con diabetes tipo 2 y un riesgo más alto de enfermedad cardiovascular que reportaron tomar aspirina en dosis bajas tenían muchas menos probabilidades de haber sufrido un ataque cardiaco, un accidente cerebrovascular o la muerte en 10 años en comparación con individuos similares que no reportaron tomar aspirina en dosis bajas".
Durante décadas, los expertos habían recomendado que las personas tomaran aspirina en dosis bajas para reducir el riesgo de un primer ataque cardíaco y accidente cerebrovascular, pero en 2022, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE.UU. revisó sus recomendaciones después de decidir que los beneficios para la salud cardíaca de la aspirina apenas superaban el riesgo de sangrado creado por las propiedades anticoagulantes del medicamento.
"En nuestro estudio, queríamos comprender mejor el uso de aspirina en dosis bajas en este grupo muy especializado de adultos con diabetes tipo 2 y con un riesgo moderado a alto de enfermedad cardiovascular, es decir, un grupo de población que puede o no haber sido incluido en ensayos anteriores", ha explicado Kainat.
En el estudio, los investigadores rastrearon los expedientes de salud de casi 11.700 adultos con diabetes y riesgo cardiaco elevado, que estaban registrados en el sistema de salud del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh.El sistema incluye más de 35 hospitales y 400 clínicas ambulatorias en Pensilvania, Maryland y Virginia Occidental.
Los resultados mostraron que los adultos con diabetes que tomaron aspirina en dosis bajas tenían menos probabilidades de sufrir un ataque cardíaco (42 % frente a 61 %) o un accidente cerebrovascular (15 % frente a 25 %) en comparación con los que no lo hicieron.
Cualquier uso de aspirina redujo el riesgo de ataque cardiaco o accidente cerebrovascular, pero el mayor beneficio se encontró entre los que tomaban el fármaco con más regularidad, encontraron los investigadores, que han detallado que los beneficios de la aspirina no dependían de que una persona tuviera su azúcar en la sangre bajo control, sin embargo, la reducción del riesgo fue más sustancial con unos niveles más bajos de azúcar en la sangre.
Así las cosas, una investigación futura debe analizar cómo sopesar mejor el riesgo de sangrado frente a los beneficios cardiacos entre los diabéticos. En este sentido, Kainat ha explicado que "tendremos que ver cómo equilibramos los beneficios cardiovasculares de la aspirina en dosis bajas con sus riesgos de sangrado conocidos para los individuos de alto riesgo".
Con todo, el estudio no pudo establecer un vínculo causal directo entre el uso de aspirina y unos riesgos más bajos para la salud cardiaca, sino que solo mostró una asociación potencial.
Estos nuevos hallazgos son "muy importantes porque la enfermedad cardiovascular sigue siendo la principal causa de muerte entre las personas con diabetes tipo 2, y además, la diabetes tipo 2 es un factor de riesgo importante que contribuye a un aumento reciente en la enfermedad cardiaca y el accidente cerebrovascular", ha explicado el Dr. Amit Khera, portavoz de cardiología preventiva del Centro Médico Southwestern de la UT.

