Reclaman insulina más barata para tratar la diabetes

La insulina es una hormona que segrega el páncreas para regular la cantidad de glucosa en la sangre, y cuando el páncreas no la produce, surge la diabetes. Hace casi un siglo, se inició la producción de una sustancia artificial con las mismas propiedades, que la Organización Mundial de la Salud decidió incluir en la lista de medicamentos esenciales.

Sin embargo, el suministro mensual de insulina le cuesta a un trabajador de un país africano como Ghana el equivalente a 5,5 días de salario, o el 22 % de sus ingresos mensuales.

Sin embargo, la insulina demasiado cara podría ser cosa del pasado, ya que la Organización Mundial de la Salud ha lanzado una invitación a la industria para diversificar la producción a nivel mundial mediante la fabricación de genéricos. "El simple hecho es que la prevalencia de diabetes está creciendo, la cantidad de insulina disponible para tratar la diabetes es demasiado baja y los precios son demasiado altos, por lo que debemos hacer algo", ha explicado Emer Cooke, directora de regulación de medicamentos de la OMS, al anunciar la iniciativa en Ginebra.

El proyecto piloto de dos años implica la evaluación de la insulina desarrollada por los fabricantes para garantizar su calidad, seguridad, eficacia y asequibilidad. Suponiendo que haya suficiente interés por parte de los fabricantes y, crucialmente, más insulina disponible para los diabéticos, el esquema podría ampliarse posteriormente. "Vamos a ver la cantidad de compañías que postulan, vamos a ver cuánto tiempo se tarda, vamos a ver los resultados y vamos a ver si esto tiene sentido y si realmente está aumentando el acceso" a la insulina, ha explicado Cooke, quien adelantó que varias compañías farmacéuticas ya han mostrado su interés en producir insulina y que la Organización evaluara si es seguro para las personas usarla.

El procedimiento para la producción de este tipo de medicamentos genéricos se conoce como precalificación y la Organización Mundial de la Salud lo ha puesto en marcha con éxito en el pasado para vacunas sin marca, incluidas las utilizadas para tratar la tuberculosis, la malaria y el VIH. Por ejemplo, el 80 % de los pacientes con VIH ahora dependen de productos genéricos, lo que ha permitido a millones de personas ahorrar mucho dinero, ha explicado Cooke, que ha añadido que "cuando se produjeron por primera vez los antirretrovirales (VIH), el costo por paciente por año fue de 10.000 dólares".

En un mensaje con motivo del Día Mundial de la Diabetes, el Secretario General de la ONU, António Guterres, ha destacado el impacto catastrófico de los gastos médicos en los pacientes afirmando que “la diabetes daña la salud y trunca las aspiraciones educativas y laborales de muchas personas, afecta a las comunidades e impone a las familias dificultades económicas porque conlleva gastos médicos exorbitantes”.

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