La horchata natural no pasteurizada está recomendada para las personas con diabetes porque mejora la capacidad del cuerpo para producir insulina gracias a su alto contenido en arginina, un aminoácido precursor del óxido nítrico el cual, entre otras funciones neurotransmisoras y vasodilatadoras, estimula la liberación de insulina.
Según los estudios realizados por los doctores Rosaura Farré y Miguel Bixquert, esta horchata regula también los índices de colesterol malo LDL por su alto contenido en colesterol bueno HDL. Además, destacan sus grasas monoinsaturadas con un 77 % de ácido oleico, por lo que también ayuda a regular la presión artesanal, recomendada, en este caso, para pacientes con hipertensión.
Concretamente, el doctor Bixquert, profesor titular de Patología y Clínica Médicas y jefe del Servicio de Digestivo del Hospital Arnau de Vilanova de Valencia señala en su estudio sobre la horchata de chufa que la arginina “es el más insulógeno de todos los aminoácidos existentes por lo que estaría indicada en la nutrición de los diabéticos de la edad madura, con sobrepeso, que tienen trastorno de liberación de dicha hormona (DM tipo 2)”.
Asimismo, explica que el contenido de hidratos de carbono de la horchata natural “es a base no de glucosa, sino de azúcares más complejos (sacarosa y almidón) y sin lactosa ni fructosa”. Por este motivo, si la horchata no se adiciona con sacarosa extra “puede ser perfectamente consumida por el paciente diabético obeso, al que su contenido en arginina ayudará debido a sus propiedades insulinógenas y debido al menor contenido calórico y de azúcares”.
Bixquert añade que si no hay un consumo abusivo de horchata “no habría necesidad de precauciones especiales en diabéticos compensados”.