Con el fin de mejorar la vida de los insulinodependientes, Insulclock ha diseñado un dispositivo electrónico universal y adaptable a todas las plumas de insulina del mercado que permite monitorizar cuándo se inyecta la dosis un paciente, qué tipo de insulina ha administrado y a qué temperatura lo ha hecho, entre otros parámetros.
Todos estos datos se trasladan a un dispositivo móvil (smartphone o tablet) mediante conectividad Bluetooth y, de ahí, a una nube privada para que la información esté disponible para el propio paciente y, muy especialmente, para el personal sanitario y cuidadores.
No en vano, el principal nicho de mercado de Insulclock son las personas dependientes -como niños o ancianos- que pueden sufrir más despistes o falta de control en su tratamiento, con lo que la información y las alertas en tiempo real a los cuidadores a su cargo serán de gran ayuda para evitar crisis diabéticas y su ingreso en urgencias.
"La diabetes es la gran pandemia del siglo XXI. En España ya se producen más muertes por diabetes que por cáncer de mama y, en gran parte de los casos, se debe a un mal control por falta de adherencia al tratamiento", ha explicado Félix López, impulsor de Insulclock, durante las valoraciones del jurado de PascualStartup.
Insuclock ya ha solicitado una patente universal para su tecnología, que ya está siendo probada en Galicia, Madrid y Estados Unidos, con el fin de que salga a la venta comercial en pocos meses. Insulclock ha recibido, de hecho, el apoyo directo de varias instituciones médicas que han visto las ventajas de este sistema, como la Fundación Jiménez Díaz, uno de los hospitales más destacados de Madrid.