Las estadísticas muestran que uno de cada ocho enfermos de diabetes sufre depresión y uno de cada cinco registra una alta tendencia a la misma. “La diabetes es un factor de riesgo para la depresión y la depresión puede desatar también la diabetes”, ha señalado en este sentido el psicólogo Bernhard Kulzer.
La gente con tendencia depresiva tiene, según este experto, un 30 % más de riesgo de sufrir diabetes tipo 2, para la que es menos decisivo el estilo de vida que los medicamentos contra la depresión, que pueden provocar un aumento de peso y reducir la reacción de las células del cuerpo a la insulina.
Además, puede añadir un efecto de estrés anímico crónico al efecto de la insulina y llevar a distorsiones del sueño, que a su vez son capaces de desatar cambios vasculares en el cuerpo humano.
El motivo de una depresión provocada por diabetes podría ser que la vida con la enfermedad a cuestas es para muchas personas una pesada carga y un factor de estrés. “La gente con diabetes tiene una calidad de vida reducida”, explicó Kulzer, presidente de la comunidad de trabajo Diabetes y Psicología de la Sociedad Alemana de Diabetes.