Diversas asociaciones de pacientes han denunciado el reparto de agujas para insulina de mala calidad en gerencias sanitarias de toda Castilla-La Mancha, y han informado de que numerosos socios de distintas localidades de la región se han quejado de la mala calidad de estas agujas proporcionadas desde el Sescam para la inyección de insulina.

Así las cosas, la Federación de asociaciones de pacientes ha afirmado que espera una respuesta sobre este asunto de la Consejería de Sanidad desde el 24 de junio, y han recordado que los pacientes deben administrarse insulina varias veces al día.

Desde las organizaciones han advertido de que como consecuencia de los pinchazos, el tejido que hay debajo de la piel se va endureciendo y hace que la insulina no se absorba bien. «Si a esto se suma que las agujas son de mala calidad, como las que se han empezado a entregar, el problema se agrava», insisten las asociaciones.

En este sentido, destacan que los pacientes han observado que las agujas de la insulina están mal biseladas y cuental con una deficiente lubricación, hasta el punto de que muchos de ellos se han quejado de que sufren atascos, provocando que no entre la cantidad adecuada de insulina.

A juicio de las asociaciones, esta situación podría generar a largo plazo complicaciones derivadas de un mal control de la enfermedad, tales como nefropatía, retinopatía, neuropatía, complicaciones coronarias,… etc.

Considerando que todo esto produce una disminución en la calidad de vida de las personas con diabetes, desde el día 24 de junio la Federación espera una reunión con la Dirección General del Servicio de Salud de Castilla La Mancha, sin que hasta el momento se haya recibido ninguna contestación por parte de este organismo.

En las comunicaciones que la Federación de Personas con Diabetes de Castilla-La Mancha ha hecho llegar al Sescam, dirigidas a su directora general, Regina Leal, la entidad solicita cita para explicar el problema y encontrar una solución, haciendo hincapié en que los pacientes con diabetes, muchos de ellos menores de edad, han de utilizar ese instrumento con mucha asiduidad.

«Desde la Federación nos parece inaudito el comportamiento que por parte de la administración están teniendo con este colectivo, que lo conforman en torno a 300.000 personas en esta región. Alguien de los dirigentes ha decidido que la mejor manera de tratarnos es la ignorancia y por ello nos vemos obligados a pedir su cese», concluye el comunicado.