Concluyen que los diabéticos tienen un mayor riesgo de padecer deficiencia de vitamina C

Los diabéticos deberían someterse a pruebas de detección de deficiencia de vitamina C de forma rutinaria, según se desprende de los resultados de una nueva investigación del Instituto de Actividad Física y Nutrición IPAN de la Universidad de Deakin (Australia), que revela que una carencia de esta vitamina podría aumentar el riesgo de complicaciones de esta enfermedad.

 

Estos hallazgos han sido alcanzados por el Dr. Shaun Mason, que sugiere que la evaluación de los niveles de vitamina C en la sangre debería convertirse en una parte rutinaria del control clínico de la diabetes, independientemente de si la persona tiene diabetes tipo 1, tipo 2 o gestacional.

En este sentido, el experto ha advertido que "las personas con diabetes tienen un alto riesgo de deficiencia de vitamina C debido a una variedad de factores que incluyen mayores necesidades corporales por daño oxidativo, menor absorción en las células, pérdidas excesivas a través de los riñones e ingesta dietética insuficiente".

Así las cosas, según el estudio, incrementar los niveles deficientes o bajos de vitamina C podría ayudar a mejorar el control del azúcar en la sangre y reducir los factores de riesgo de enfermedades cardíacas como la presión arterial alta.

Las recientes intervenciones a corto plazo con vitamina C parecen prometedoras a la hora de controlar las complicaciones de la diabetes en algunas partes del cuerpo, como las úlceras en los pies, según el estudio.

La investigación del Dr. Mason involucró una revisión exhaustiva de la evidencia sobre los efectos de la suplementación con vitamina C y sus posibles mecanismos en el control de la diabetes. En este sentido, el experto ha señalado que "un régimen personalizado de suplementos de vitamina C que tenga en cuenta los factores subyacentes, como el estado de la enfermedad de una persona, el estado de la vitamina C y el nivel de control de la diabetes, es importante para ayudar a optimizar los efectos terapéuticos de manera segura".

Además, ha detallado que "no hay evidencia convincente de ninguna interferencia en estas pruebas cuando se toman suplementos orales de vitamina C en las dosis recomendadas".

Por otra parte, Mason sugiere que incluir más alimentos ricos en vitamina C en la dieta es otra forma de aumentar los niveles de vitamina C en la sangre, ya que "las frutas cítricas como las naranjas, los kiwis, las bayas y las verduras como el brócoli, la coliflor y el repollo son alimentos que se pueden comer con moderación como parte de una dieta equilibrada para reducir el riesgo de deficiencia de vitamina C".

No obstante, el especialista ha señalado que es necesaria más investigación para determinar los niveles óptimos de vitamina C necesarios para proteger contra los riesgos relacionados con la diabetes, aunque ha indicado que "es probable que el uso regular de vitamina C en dosis modestas, como los 500-1000 mg por día logrados a través de suplementos fácilmente disponibles, podría agregarse con seguridad a las terapias para la diabetes".

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