La suplementación dietética con aceites esenciales de plantas aromáticas como el perejil, ajedrea y romero podrían ejercer efectos prebióticos sobre la microbiota intestinal en pacientes con diabetes, además de en los afectados por cardiopatía isquémica.

Se trata de la principal conclusión de un trabajo desarrollado por un grupo de investigadores del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, el Instituto de Investigación Biomédica de esta ciudad, la plataforma de nanomedicina IBIMA Plataforma BIONAND, la Universidad de Málaga y el CIBER de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV).

Para llevar a cabo el estudio, se empleó un modelo humanizado que consistió en el trasplante de la microbiota intestinal de estos pacientes en ratones, obetniéndose unos resultados que han sido publicado en la revista Nutrients y han permitido obtener una patente europea.

A pesar de que estos resultados son prometedores, el equipo de investigación ha apuntado a la necesidad de extender los trabajos y validarlos estudios con otros grupos de pacientes, lo que será clave para poder comprender con mayor detalle la modulación de la microbiota intestinal ylos  parámetros fisiológicos relacionados con estas enfermedades cardiometabólicas.

Los aceites esenciales son componentes bioactivos derivados de hierbas o extractos de plantas aromáticas con uso culinario, y ya se habían estudiado como moduladores potenciales de los procesos fisiológicos relacionados con la cardiopatía isquémica.

Para llevar a cabo el estudio, un grupo de ratones fueron trasplantados con la microbiota intestinal de pacientes con cardiopatía isquémica y diabetes tipo 2 a través de sus heces. A continuación, se desarrollaron emulsiones de diferentes aceites esenciales de plantas aromáticas comunes en la dieta mediterránea, y más concretamente, ajedrea, perejil y romero, tras lo que se administraron en combinación con L-carnitina, un aminoácido no esencial relacionado con la movilización de grasas.

Este tratamiento con emulsiones de aceites esenciales no solo se asoció a estos cambios del microbioma, sino que también produjo una reducción generalizada en los niveles de marcadores inflamatorios y de oxidación en este modelo humanizado, dando como resultado que estos aceites esenciales podrían contribuir a una mejora en la regulación de factores cardiovasculares y metabólicos.