El azúcar es una sustancia que, en grandes cantidades, puede resultar perjudicial para la salud, y sobre todo para las diabéticos, que por su condición, no pueden tomarlo, motivo por el que existen numerosos sustitutos que generalmente son utilizados por estos.
Así las cosas, los diabéticos tienen que cambiar la forma en la que consumen el azúcar, siendo este el primer paso al diagnosticar la enfermedad. Para sustituir al temido azúcar, uno de los edulcorantes más conocidos y utilizados es la Stevia, una planta medicinal que, además de aportar un toque dulce a las comidas y bebidas, es muy beneficiosa para tratar algunas patologías.
La Stevia es en la actualidad la reina de los edulcorantes, ya que se considera que es el mejor sustito del azúcar, por su sabor y porque no contiene calorías. Este producto se obtiene de un arbusto tupido originario del noreste de Paraguay, y en su composición contiene varios compuestos conocidos tales como glucósidos de esteviol, que no son calóricos, y que presentan un alto poder edulcorante. En este caso, el esteviósido y el rebaudiósido A, son los más importantes.
Por un lado, el esteviosido es 143 veces más dulce que el azúcar, mientras que el rebaudiósido A es 242 veces más dulce.
Históricamente, la Stevia era utilizada por los indios guaraníes para endulzar sus comidas y bebidas, e incluso había personas que consumían las hojas de Stevia en tés con la finalidad de reducir sus niveles de glucosa en la sangre. Ahora y gracias a sus compuestos, este edulcorante adquiere propiedades terapéuticas contra la diabetes, pero también contra la la hipertensión y la obesidad, entre otras patologías.
Las hojas de Stevia, y, en concreto, sus glucósidos, pueden ser beneficiosos para reducir los niveles de glucosa en sangre en pacientes con diabetes tipo 2. En este sentido, un estudio publicado en la revista Scientia Agropecuaria confirma los beneficios de la Stevia para tratar la diabetes, ya que según recoge, “los esteviósidos reducen el exceso de glucosa en la sangre y tienden a potenciar la secreción de insulina en pacientes con esta enfermedad”, por lo que puede ser considerada un auditivo beneficioso para el mejoramiento de la regulación de la diabetes.
Además, la Stevia ha demostrado la capacidad de proteger contra el daño renal y hepático, y presenta efectos terapéuticos contra diversas enfermedades como el cáncer, la hipertensión, la inflamación, la fibrosis cística, la obesidad y la caída de dientes.
Sin embargo, a pesar de todos los beneficios que aporta la Stevia, los expertos han detectado algún riesgo a la hora de tomarla, ya que aunque aporta muchos factores positivos y es una sustancia que no contiene calorías, no existen pruebas científicas que confirmen que sería beneficiosa para perder peso. Por lo tanto, como ocurre con todos los edulcorantes, hay que tomarla siempre con moderación, y consultar con un médico en caso de dudas.