Aunque no suele haber ciencia detrás de los consejos en materia de salud o nutrición de las abuelas, seguro que el cariño y la confianza hacia ellas ayuda a esuchar sus sabios consejos. Y uno de esos consejos que las abuelas acostumbran a lanzar está relacionado con el vinagre de manzana, al que atribuyen la capacidad de reducir los picos de glucosa en sangre y, por lo tanto, controlar la diabetes.
Aunque según los expertos este remedio no es la panacea y malinterpretar las capacidades de este tipo de vinagre podría poner en peligro a las personas con diabetes, también defienden que este produicto, aunque no marcará una gran diferencia en nuestra salud, tampoco tiene mayor peligro tomarse un chupito de este aderezo.
Así las cosas, Marián García, más conocida en redes sociales como Boticaria García, advierte en su último libro titulado Tu cerebro tiene hambre (Planeta, 2024) que "antes de empezar, y esto vale para cualquier ámbito, desconfía de todo remedio demasiado sencillo que prometa grandes bondades". Es decir, que, a pesar de que este vinagre pueda tener algún tipo de beneficio, no nos permite dejar de consumir más alimentos con fibra, que son los que realmente combaten los picos acusados de glucosa en sangre.
Según esta experta, doctora en Farmacia y graduada en Nutrición Humana y Dietética, el vinagre de manzana tiene como principal beneficio que "bloquea, aunque solo en parte, la acción de la enzima que descompone en azúcares los hidratos de carbono complejos (los que están en la pasta, arroz, patata, pan…). Es decir, que bloquea la tijera que separa los azúcares que están de la manita formando cadenas de almidón".
De esta manera, el vasito de vinagre podría ayudar a que el azúcar se absorba de una manera más lenta, ya que la enzima encuentra trabas para cortar los carbohidratos y, además, el vinagre hace que el estómago se vacíe más lentamente.
En cualquier caso, y aunque este efecto pueda resultar maravilloso, Boticaria García recuerda que este efecto es parcial, por lo que la reducción del pico de glucosa siempre será moderada; y advierte de que no funciona cuando tomamos azúcares simples como los que están presentes en los dulces o en los refrescos, algo que se debe a que no hay carbohidratos que descomponer, ya que se encuentran los azúcares en su manera más simple posible y más perjudicial para nuestra salud.
Marián García concluye afirmando que el chupito de vinagre no obrará maravillas en la población general, que digiere con normalidad los carbohidratos complejos, pero si defiende que "salvo que no lo toleres bien, tomarte un chupito de vinagre no tiene nada de malo. Pero la clave para controlar la glucemia no está en tomar chupitos de vinagre, sino en consumir alimentos ricos en fibra, aumentar las proteínas, evitar o limitar los alimentos con azúcares simples y practicar ejercicio físico. Milagros, los justos".