Un estudio realizado en Dinamarca demuestra que beber un litro diario de bebida gaseosa común aumenta la cantidad de grasa en el hígado, los músculos y alrededor de los órganos abdominales, lo que en la mayoría de los estudios, "está asociado con un mayor riesgo de desarrollar síndrome metabólico, diabetes tipo 2 (...) enfermedad cardiovascular y trastornos hepáticos no alcohólicos", explicó el doctor Richelsen, del Hospital Universitario de Aarhus, en Dinamarca, uno de los responsables de la investigación.
"El estudio sugiere que los efectos adversos de las bebidas dulces van más allá del aumento de peso o de la grasa corporal. Es la acumulación de grasa dañina en los sitios equivocados", aseguró por su parte el doctor Frank Hu, profesor de la Facultad de Salud Pública de Harvard.
Los investigadores pidieron a 47 personas con sobrepeso y obesidad que bebieran todos los días un litro de agua, de leche, de gaseosa "light" o de gaseosa cola común durante seis meses. Richelsen explicó que el equipo suponía que las personas con sobrepeso u obesidad serían más sensibles a los cambios alimentarios que aquellas con peso normal.
Al final del estudio, los bebedores de gaseosa cola común terminaron con un 25 % más de grasa intrabdominal y el doble de los depósitos grasos en el hígado y los músculos.
El síndrome metabólico es un conjunto de factores asociado con el riesgo de desarrollar diabetes, enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular (ACV). El tipo de grasa que estudió el equipo es la llamada ectópica, que sería más peligrosa para la salud metabólica que la grasa "subcutánea", que es la que se acumula debajo de la piel. El autor agregó que "la grasa ectópica no es saludable e induce la disfunción de los órganos afectados".
Hu opinó que los resultados del ensayo de Richelsen complementan los ya existentes de estudios previos sobre los hábitos de consumo de gaseosas. "El estudio aporta otra prueba que respalda la recomendación de reducir el consumo de bebidas dulces", dijo Hu.
La Asociación Estadounidense del Corazón aconseja no beber más de tres latas de gaseosa por semana, mientras que los varones jóvenes suelen consumir dos latas por día. Algunas ciudades y estados de Estados Unidos analizaron la posibilidad de imponer un impuesto a la venta de bebidas dulces para reducir el consumo.