Un equipo de investigadores de la Universidad de Leeds (Reino Unido) ha llevado a cabo un estudio que revela que un medicamento para la diabetes tipo 2 también resulta eficaz para adelgazar más rápido y tratar la obesidad. Se trata del fármaco antidiabético denominado Semaglutide, creado por la compañía farmacéutica danesa Novo Nordisk.
El Semaglutide es un agonista de péptido similar a la hormona natural glucagón-1 (GLP-1), y se administra por vía subcutánea una vez a la semana. Se trata de un medicamento que lleva un tiempo pasando pruebas para evaluar su eficacia como terapia para la diabetes tipo 2, con resultados positivos.
Los científicos de Leeds quisieron analizar sus capacidades como remedio para adelgazar más rápido, ya que se había observado que el fármaco estaba favoreciendo la pérdida de peso en los pacientes que lo tomaban. Para ello, llevaron a cabo un ensayo independiente separado de las pruebas generales para tratar la diabetes, para descubrir que se trata de una medicina que ayuda a controlar el apetito.
En el estudio, los investigadores administraron Semaglutide a 28 personas con un índice de masa corporal de entre 30 y 45 kg/m2, por lo que se trataba de pacientes con mucho sobrepeso y grasa corporal. Los participantes fueron divididos en dos grupos: uno de ellos tomó el medicamento, mientras que el otro consumió un placebo.
La duración total del tratamiento fue de doce semanas, tras las que los resultados del experimento revelaron que el promedio de ingesta diaria de energía era un 24 % más baja en el grupo que tomaba Semaglutide, ya que el fármaco había reducido el hambre, los antojos de comida y la sensación de tener ganas de comer.
"La potencia del medicamento probablemente se deba a la acción de los receptores de la proteína GLP-1 en aspectos amplios del sistema de control del apetito, incluidos el hambre, el deseo y los aspectos gratificantes de los alimentos", ha explicado John Blundell, investigador principal.
El equipo se sorprendió de la potencia de la acción del medicamento, al constatar que en doce semanas los pacientes presentaron una pérdida de peso que a otros tratamientos contra la obesidad les lleva hasta seis meses conseguir.
Se trata de "un medicamento que reduce la ingesta diaria de alimentos en alrededor de una cuarta parte, con una reducción sustancial en la grasa corporal, y que sin duda ayudará a muchas personas a tener un mayor control de sus vidas y a prevenir la mala salud que a menudo surge de la obesidad", ha asegurado Blundell.