Exponerse a luz por la noche es un factor clave en el desarrollo de la diabetes, según indica un estudio masivo elaborado por la Universidad de Flinders (Australia) con más de 85.000 participantes, que revela que las personas que se exponen a la luz durante la noche alteran los ritmos circadianos, provocando cambios en la secreción de insulina y el metabolismo de la glucosa.
Estos cambios impiden al cuerpo regular correctamente el azúcar, lo que aumenta el riesgo de padecer diabetes, motivo por el cual, reducir la luz y un entorno seguro, podría resultar clave para disminuir los índices de diabetes tipo 2.
Así las cosas, evitar cualquier tipo de luz por la noche podría convertirse en uno de los mejores consejos para eludir la diabetes, según este estudio de la Universidad de Flinders, realizado sobre 84.790 personas, que consistió en medir la cantidad de luz a la que se exponen desde las 00:30 de la mañana hasta las 06:00 de la madrugada durante una semana y monitorizar sus parámetros de salud durante los siguientes nueve años.
La medición se efectuó con un sensor enlazado día y noche a la muñeca de los participantes, quienes al inicio no padecían la afección.
Este estudio revela que quienes se expusieron a la luz tuvieron hasta un 67 % más de posibilidades de desarrollar la enfermedad crónica; aunque también influye la cantidad de luz, ya que a más luz, mayor riesgo. Por este motivo, si no podemos evitar la luz, lo aconsejable es rehuirla lo más posible, ya sea la de las lámparas, la televisión o el móvil u ordenador, entre otros.
Así las coas, los autores del estudio concluyen que lo mejor es no usar ordenadores, móviles o recibir luz de cualquier dispositivo o infraestructura. Además, el estudio también valoró otros factores asociados a la diabetes tipo 2, tales como algunos estilos de vida relacionados con los hábitos de sueño, los turnos de trabajo, la dieta o la salud mental.
La explicación por la cual la luz aumentaría el riesgo para los diabéticos pasa porque desestabiliza los ritmos circadianos, lo que provoca un peor sueño y deriva en modificaciones en la secreción de insulina y el metabolismo de la glucosa, lo que dificulta al cuerpo regular los niveles de azúcar en sangre, originando la diabetes tipo 2.
Según el profesor asociado Andrew Phillips de la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Flinders, "nuestros hallazgos sugieren que reducir la exposición a la luz por la noche y un entorno oscuro puede ser una forma fácil y barata de prevenir o retrasar el desarrollo de la diabetes".
Otras investigaciones ya habían revelado algún tipo de relación entre dejar el móvil por la noche al lado y este conjunto de enfermedades, además de la obesidad.