Los hábitos de sueño irregulares podrían tener un impacto significativo en la salud metabólica, según concluye un estudio publicado en la revista Diabetologia, que revela que la variabilidad en las horas de descanso puede aumentar considerablemente el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
A este descubrimiento, que enfatiza la importancia de mantener una rutina de sueño constante, además de cuidar la cantidad de horas dormidas, se llegó a través del análisis, que contó con la participación de 36.000 adultos de alrededor de 50 años, y que evaluó cómo la alternancia entre dormir menos de siete horas y más de nueve afectaba a la salud.
Los resultados mostraron que aquellos con este tipo de patrón irregular tenían un 50 % más de probabilidades de sufrir diabetes en comparación con quienes mantenían un horario regular de sueño, lo que evidencia la necesidad no solo de dormir la cantidad recomendada de horas, sino de hacerlo de manera regular.
Esta investigación se suma a otros estudios que ya revelaron la relación entre los trastornos del sueño y las enfermedades metabólicas. En este sentido, un informe en publicado en la revista Diabetes Práctica señaló que los problemas de sueño, tales como el insomnio o la apnea del sueño, no solo afectan el descanso nocturno, sino que también empeoran el control glucémico y aumentan el riesgo de hipertensión, obesidad y enfermedades cardiovasculares.
Por su parte, la Revista Médica Sinergia también abordó esta cuestión, destacando cómo los trastornos del sueño afectan a múltiples sistemas del cuerpo, y entre las consecuencias más comunes destacaban los problemas cognitivos, la alteración de funciones endocrinas e incluso una mayor susceptibilidad a infecciones debido a un sistema inmunológico debilitado.
La prevención de todos estos problemas a través de la mejora de la calidad del sueño es fundamental para reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes.
Entre los consejos que se enumeran en estos estudios, destacan establecer una rutina de sueño consistente, evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir y mantener un ambiente cómodo y oscuro en el dormitorio. También señalan como importante realizar ejercicio físico de manera regular, aunque no inmediatamente antes de acostarse.
