Estudios recientes sugieren que la retinopatía diabética es más común en las personas jóvenes de lo que se pensaba hasta la fecha, algo que nos indica que serían necesarios realizar más exámenes para esta condición y más atención al seguimiento después del diagnóstico. En concreto, los expertos ratifican que más de la mitad de los jóvenes con diabetes tipo 1 podría padecer retinopatía en un futuro.
La retinopatía diabética alguna vez se consideró rara en los jóvenes, si se tenían en cuenta investigaciones anteriores que sugerían una prevalencia ajustada por edad del 4 % al 13 % en jóvenes con diabetes tipo 2, muy en línea con la de la diabetes tipo 1. Sin embargo, un análisis de datos más recientes extraídos de dos grandes estudios muestra tasas alarmantes de retinopatía.
Los datos de estos estudios sugieren que un 52 % de los jóvenes con diabetes tipo 1 podrían llegar a tener alguna retinopatía, y hasta el 55 % de aquellos con diabetes tipo 2 de inicio en la juventud.
Otras investigaciones sugieren que los jóvenes con diabetes tipo 2 pueden tener casi el doble de riesgo de desarrollar retinopatía, desarrollarla antes después del diagnóstico de diabetes y tienen más probabilidades de tener una retinopatía que amenaza la visión.
En este sentido, Elizabeth Jensen, PhD de la Universidad de Wake Forest de Carolina del Norte y autora principal de este estudio, ha explicado que apoya una convocatoria para que se lleven a cabo más exámenes de detección de esta enfermedad en los más jóvenes.
En esta linea, subraya la necesidad no solo de detectar la retinopatía diabética en una etapa temprana, sino también de considerar abordar aquellos factores modificables que pueden mitigar el riesgo de desarrollo y progresión de la retinopatía diabética, teniendo en cuenta que algunos pacientes tienen la falsa impresión de que la pérdida de la visión es inevitable con la diabetes.
De esta manera, los médicos de atención primaria podrían ayudar a estos pacientes a concienciar de que existen tratamientos para la retinopatía en los casos en que no se puede evitar. Estas intervenciones incluyen tratamientos con láser e inyección de medicamentos en el ojo.