Una bacteria podría convertirse en la alternativa natural de Ozempic para los diabéticos

El éxito de Ozempic, el fármaco contra la diabetes que ha triunfado como forma de perder peso, ha dado pie al surgimiento de supuestas “alternativas naturales” capaces de emular los efectos de este tratamiento sobre nuestra masa corporal.

 

De esta manera, un grupo de investigadores ha encontrado un mecanismo natural a través del cual las personas con diabetes podrían lograr regular sus niveles de azúcar en sangre, a partir de una bacteria de nuestra microbiota intestinal y sus metabolitos, y de los compuestos que esta segrega al descomponer alimentos.

En un estudio con ratones también validado en pacientes humanos, el equipo de investigadores observó que la mayor presencia de la bacteria Bacteroides vulgatus y de su metabolito, el ácido pantoténico o vitamina B5, activaban la secreción de la hormona conocida como GLP-1.

Este péptido similar al glucagón-1, o GLP-1, es una hormona secretada por nuestro cuerpo cuando comemos que desencadena dos reacciones: una, la que activa la secreción de insulina, y la otra que genera en nuestro cerebro la sensación de saciedad. El compuesto activo de Ozempic, la semaglutida, y otros similares como la tirzepatida o la liraglutida, actúan como análogos de esta hormona, haciendo que nuestro cuerpo segregue insulina y también generando sensación de saciedad.

El nuevo estudio descubrio que mediando la relación entre el ácido pantoténico y la secreción de la hormona GLP-1 se encontraba una proteína denominada FFAR4 (free fatty acid receptor 4), al tiempo que observaron que en las células sanguíneas de ratones y humanos con diabetes portaban niveles bajos de esta proteína, así como una predilección superior por el azúcar entre individuos con mutaciones en el gen FFAR4.

Además, el equipo observó una relación entre la presencia de la bacteria B. vulgatus y la presencia de la proteína FFAR4, lo que a su vez se relaciona con la presencia de la hormona FGF21, vinculada a esta predilección por el azúcar. A este conjunto de relaciones se refieren como el eje de hormonas GLP-1-FGF21.

El estudio muestra una serie de interacciones que afectan a diversos órganos de nuestro cuerpo (estómago, hígado y cerebro), ha explicado el equipo responsable del estudio, que para comprender mejor estas relaciones, administró ácido pantoténico a ratones, y comprobó que esta vitamina afectaba a la preferencia de los roedores por el azúcar.

Lograron de esta manera descubrir este nuevo mecanismo regulador de la preferencia sobre el azúcar y los alimentos azucarados, y cómo los receptores de los ácidos grasos intestinales afectan a estas preferencias.

El éxito de fármacos como Ozempic ha tenido diversas ramificaciones y una de ellas es la atención puesta sobre la hormona GLP-1 y sus potenciales análogos. En un contexto en el que el peso de en enfermedades no transmisibles como la diabetes crece, se trata de una gran noticia que puede ayudarnos a resolver problemas más importantes que el sobrepeso, como son los causados por las enfermedades del sistema cardiovascular o la propia diabetes, entre otros.

En el caso de estos últimos descubrimientos, los mismos podrían ayudarnos a encontrar mecanismos para la prevención de la diabetes, bien sea a través de agonistas de los receptores de la proteína FFAR4, bien enfocados el la bacteria B. vulgatus.

El estudio añade además información al canal cerebro-sistema digestivo, un canal hasta ahora poco explorado del que estamos aprendiendo mucho en los últimos años.

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